jueves 24 de octubre de 2024

En la semana, el gobernador Rolando Figueroa realizó un planteo más que interesante respecto del mapa político provincial. Postuló que la línea (generalmente dinámica) que divide entre oficialistas y opositores ya no se rige por la identidad partidaria, sino por la disposición a las construcciones compartidas, en lo que a la gestión se refiere.

Figueroa lo explicó sin vueltas durante su visita del martes a Cutral Co, ciudad que gobierna Ramón Rioseco, quien no forma parte del frente de partidos que conduce los destinos de Neuquén. “Acá no dividimos la provincia entre quien es de un partido político o es de otro, acá esa división es entre quienes empujan la rueda todos los días y hacen avanzar el carro y quienes le ponen palos en la rueda”.

Es, si se quiere, un salto de calidad en el pacto de gobernanza que Figueroa rubricó con los jefes comunales para establecer objetivos y prioridades, en beneficio de la comunidad. “Tenemos que tener una mirada muy generosa y muy amplia, no sirve dividirnos, no sirve pelearnos, no sirve crear fragmentaciones donde no las hay, por eso en la política hemos cambiado el libreto”, resumió el gobernador.

Figueroa llegó a Roca y Rioja con un frente de fuerzas que incluyó al PRO, a la entonces única expresión libertaria, a sectores del peronismo y a buena parte del Movimiento Popular Neuquino, que le dio su apoyo en las urnas. Para la provincia fue revolucionario, como también fue lo que le siguió.

Ni bien asumió en su cargo, desplegó un modelo de austeridad y de eliminación de gastos innecesarios del Estado, que tuvo su correlato en el incremento de las partidas presupuestarias de áreas esenciales. Ahora, transita por una nueva etapa a la que oportunamente se refirió el Jefe de Gabinete de Ministros, Juan Luis Ousset: “Lo que sigue es redistribuir los recursos hacia dónde tienen que ir”, resumió.

Desde el gobierno provincial neuquino se indicó que el protagonismo de los intendentes y de los delegados de las siete regiones que integran la provincia es fundamental en esta nueva etapa rumbo a la consolidación del crecimiento equilibrado y equitativo de la provincia. “No puede haber mezquindades en esto, estamos ante un enfoque novedoso en la forma de hacer política”, resumió un funcionario de alto rango consultado al respecto. El 2025 será un año electoral (la provincia renovará las tres bancas del Senado y tres de las cinco que tiene en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación). Todo parece indicar que el camino hacia la cita con las urnas será con un novedoso libreto bajo el brazo.

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