El Banco Central aseguró este jueves por la mañana que la suba del tipo de cambio del 2% mensual se está acercando al nivel de la inflación, dijo que habrá nuevas medidas para relajar las restricciones cambiarias -aunque primero se busca acelerar ese proceso mediante el régimen de grandes inversiones (RIGI)-, y afirmó que la idea es volver a los mercados de deuda internacionales, una vez que el Gobierno terminen con las «tareas en casa».

«El crawling peg del 2% fue un ancla clave porque la confrontación entre oposición y gobierno creó incertidumbre fiscal y nuestra política de tasas fue inusual, entonces necesitábamos el ancla del 2% y ahora la inflación está muy próxima al 2%, acercándonos a cero porque es el 2% más la inflación internacional, entonces tenemos liquidez para un mercado cambiario saludable», dijo el vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, en Washington.

Y a continuación se mostró optimista respecto a la normalización del mercado de cambios: «Tenemos espacio para cambios en la tasa de interés y el tipo de cambio, tomaremos próximos pasos, pero buscamos caminos para acelerarlo, tenemos balance de stocks y flujos, hicimos mucho con los primeros, pero en los flujos tenemos el régimen RIGI, si invertís US$ 200 millones o más no tenés ninguna restricción cambiaria».

El número dos del Central hizo esas declaraciones en el evento anual del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), donde participó de un panel sobre los desafíos que enfrentan los mercados emergentes. Werning se encuentra en Washington desde el lunes como parte de la comitiva encabezada por Luis Caputo que viajó a la cumbre del Fondo Monetario, donde buscan destrabar un nuevo programa con el organismo con fondos frescos.

Argentina se convirtió en un mercado emergente atractivo para los fondos de inversión por el bajo precio de sus bonos soberanos. Los títulos registraron este jueves subas del 2% y el riesgo país descendió a 1.050 puntos básicos. La posibilidad del gobierno de contar con flujos de organismos y bancos reduce los riesgos de una reestructuración de deuda, pero el riesgo de la deuda argentina sigue siendo elevado con tasas del 15%.

«Nuestra visión es volver a los mercados eventualmente cuando terminemos las tareas en casa, no es fácil. Recibimos los peores indicadores, pero con la fuerte convicción del presidente lo que hicimos fue bajar la inflación de niveles de 25% por mes a 4%, la economía entró en una gran recesión, pero ya salió a mitad del año, tenemos tres meses de mejoras en los indicadores anticipados, pero tuvimos que pagar deuda del gobierno anterior», dijo Werning.

El vicepresidente del BCRA reconoció que en el mercado hubo dudas sobre «si podía salir mal» y que desde mitad de año dejaron atrás los «cisnes negros» para empezar a ver «cisnes blancos». En ese sentido, señaló que «la política económica sirvió para anclar el tipo de cambio y que se normalizaron los flujos de capitales«, aunque todavía tienen pendiente suprimir los controles que restringen la salida de dólares.

«La cuenta cambiaria está operando bien, tenemos restricciones, queremos eliminarlas hacia delante, pero tenemos muchos desafíos, el primero es eliminar el déficit fiscal, es la piedra angular de nuestro programa, es lo que hicimos en un mes, tuvimos logros significativos en el año y el sistema bancario se está normalizando, permitiendo liquidez, es un buen punto de inicio antes de eliminar control capitales», explicó.

Y destacó que la economía inició un proceso de remonetización desde mitad del año: «Bajó la inflación y muchos argentinos quieren tener pesos, esto es crítico si queremos remonetizar la economía, los bancos vieron rápido que sin emisión del gobierno iban a tener ganancias por prestar al sector privado, están reorientando negocio, y en el último mes los Argentinos ingresaron US$ 15.000 millones, el doble del blanqueo de Macri».

Por último, en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario en el marco de la cumbre anual del organismo, Werning señaló que el gobierno hizo «bastante» con la normalización del pago de importaciones. «Las empresas pagaron sus deudas y hay espacio para flexibilidad cambiaría, queremos hacerlo desde una posición de fortaleza, inicialmente fue una maxi devaluación y ahora los precios están más alineados», aseguró.