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Alerta por una galletita de moda en TikTok entre los jóvenes que buscan ganar volumen en el gimnasio

En la red social TikTok prolifera en el último tiempo una cantidad de videos de jóvenes que linkean la performance en el gimnasio y la voluntad de ganar volumen muscular con el consumo cotidiano de una galletita en particular como supuesto combustible altamente eficaz para ese tipo de actividad física.

“Mucha gente en el gimnasio comiendo galletitas Rumba, pensando que se van a poner enormes supuestamente porque tienen muchas proteínas”, dice un usuario de TikTok, que en este caso se embarcó -además- en la tarea de comparar etiquetas en el supermercado para chequear si la viralizada supremacía de la marca en cuestión tenía sustento.

La realidad es que con sus 6,5 gramos de proteínas por cada 100, la Rumba es una galletita dulce que posee más proteínas que otras, como por ejemplo las Oreo -también de chocolate rellenas con crema-, pero al mismo tiempo corren en desventaja contra las Frutigran o las Chocolinas.

Hablando de Chocolinas, la moda de las Rumba también parece estar empezando a desafiar el reinado de una clásica torta argentina, la Chocotorta, con una versión alternativa con nombre todavía en construcción (Rumbatorta o Chocorumba), que cuenta con infinidad de videos tanto en TikTok como en otras redes sociales.

En la era virtual es difícil distinguir las modas espontáneas -en las que eventuales impactos en la salud serían fruto del amateurismo de quien las impulsa- de las campañas de influencers orquestadas con mayor o menor disimulo. Los videos virales, en el caso de las Rumba, se enfocan en la alta demanda de la galletita y en convencer al receptor de que entre comerlas y volverse Hulk hay sólo un paso.

Los videos hacen alusión a un nexo directo entre el consumo de galletitas y el aumento de la masa muscular. Foto Shutterstock.Los videos hacen alusión a un nexo directo entre el consumo de galletitas y el aumento de la masa muscular. Foto Shutterstock.A las empresas de consumo masivo las redes sociales les muestran su doble filo: así como la promoción sin intención de un producto a veces puede resultarles funcional, el relato público también corre riesgo de ingresar en un terreno de potencial anarquía en el que la falta de supervisión profesional derive en mensajes delicados.

Fuentes de Bagley, fabricante de estas tradicionales galletitas de chocolate -protagonistas del recordado jingle completado por las Merengadas, las Mellizas y las Amor- ahora resignificadas por la predilección fitness, dijeron a Clarín que estaban al tanto del fenómeno generado en las redes sociales: «Se dio en forma muy espontánea y nos pone muy contentos, porque son productos emblemáticos».

Añadieron: «Si bien no es un producto originalmente creado con la funcionalidad que se le está dando en este caso, desde Bagley alentamos la vida equilibrada, donde comer rico y hacer deporte pueden ir de la mano». Y atribuyeron la elección de las Rumba a que «por sus características se suma orgánicamente a la tendencia creciente de consumo de productos denominados ‘indulgentes’, es decir, que priorizan el placer y la experiencia».

Músculos y proteínas

Sergio Britos, titular del Centro de Estudios en Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), se sorprendió al tomar conocimiento del fenómeno: “No tiene sentido promocionar una galletita dulce rellena como fuente de proteínas. Los ultraprocesados consumidos con moderación son una cosa, pero decir que son una fuente de proteínas es insólito”.

En diálogo con Clarín, el experto agregó que “en realidad lo que importa de los alimentos es la densidad nutricional. Vale decir, en qué medida, entre nutrientes esenciales y críticos, un alimento tiene más a favor que en contra. Y claramente una galletita dulce, con una carga de grasas, calorías y azúcares muy importante, el hecho de que tenga proteínas no es representativo”.

«Ninguna galletita es una reconocida fuente de proteínas. Lo que importa es la densidad nutricional», explica Sergio Britos.El titular de CEPEA señaló que “existen muchas otras buenas fuentes proteicas, en particular para los que hacen actividad física, y no es el caso de las galletitas. Las proteínas de las galletitas derivan del trigo. En promedio, la mitad del peso de una galletita dulce proviene de la harina, que tiene un diez por ciento de proteínas. En función de la proporción de harina que tenga será también la de proteínas. Salvo las galletitas que, además, sumen proteínas derivadas de un lácteo”.

En tren de buscar alternativas para ingerir proteínas, el experto enumeró que el pan, por ejemplo, cada 100 gramos tiene 9 de proteínas; un huevo, 12 gramos; la carne, 20 gramos; el garbanzo, 18 gramos; la lenteja, 9 gramos. Además, aclaró, «en términos generales estos alimentos no son aportantes significativos de sodio, azúcares agregados y grasas saturadas de mala calidad».

Por último, Britos destacó, con especial énfasis, que no sólo es importante la cantidad de proteínas de un alimento, sino sobre todo la calidad. Esto es el calcio, el hierro y las vitaminas que contiene por gramo de proteína, que es lo que en definitiva hace la diferencia y lo transforma en un insumo complejamente nutritivo para el organismo.

PS