la-medicina-ya-prueba-vacunas-que-podrian-curar-el-cancer-o-el-alzheimer-en-10-anos

La medicina ya prueba vacunas que podrían curar el cáncer o el alzhéimer en 10 años

La próxima revolución médica podría llegar de la mano de las vacunas. Las inmunizaciones no solo han logrado que el mundo supere la fase más dura de la pandemia –aunque el covid siga entre nosotros– sino que “en un futuro no muy lejano” podrían servir para “tratar enfermedades no infecciosas”, como el alzhéimer o el cáncer.

“Estamos ante un cambio de paradigma: serán vacunas terapéuticas, que curen una vez se tenga el diagnóstico, no solo que prevengan enfermedades”, explica Fernando Fariñas, director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas. El especialista ha sido uno de los ponentes, con una conferencia sobre las nuevas posibilidades de las vacunas, del 12º Congreso de la Asociación Española de Vacunología (AEV) que se celebra estos días en Málaga.

En estos momentos, hay en marcha más de 300 ensayos clínicos en el mundo que investigan las vacunas ‘curativas’ y algunos de ellos, frente al cáncer de pulmón y el melanoma, se realizan en España.

El mecanismo de acción es diferente en cada vacuna, en función de la enfermedad, pero básicamente se busca activar al sistema inmune para que reconozca las alteraciones

El mecanismo de acción es diferente en cada investigación, en función de la enfermedad, pero básicamente se busca activar al sistema inmune para que reconozca las células cancerígenas o para que actúe correctamente frente a las demencias, donde se ha observado que el sistema inmune tiene una respuesta anómala. En alzhéimer, se busca disminuir la acumulación de proteína amiloide en el cerebro, la base fundamental de esta patología.

En una década

Fariñas advierte, en conversación con El Periódico, de que hay que “ser cauto” porque muchas de estas investigaciones “se quedarán en el camino” pero, a su juicio, un “porcentaje importante” dará resultados, aunque no antes de 2030.

A su vez, David Moreno, director del Plan de Vacunaciones de Andalucía y copresidente del comité organizador del congreso, subraya que, “aunque algunas de las vacunas han anunciado resultados para 2030, hasta que se desarrollan y llegan a la población pueden pasar más tiempo, en torno a una década o más, pero hace 15 o 20 años era impensable y las cosas llegan”.

Las investigaciones más avanzadas se centran en tres campos: vacunas frente a determinados tipos de cáncer y enfermedades neurológicas y autoinmunes como la esclerosis múltiple

Las investigaciones más avanzadas se centran en tres campos de patologías no infecciosas: vacunas frente a determinados tipos de cáncer; para combatir enfermedades neurológicas como el alzhéimer, el párkinson o la demencia con cuerpos de Lewy, o contra enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple. Pero también hay ensayos de vacunas frente a la hipertensión, el tabaquismo o las adicciones.

El cáncer

No obstante, los trabajos más avanzados se dan en el campo del cáncer. En concreto, hay una vacuna contra el tumor de pulmón que ya ha superado el estadio de seguridad y se está valorando su eficacia. Si supera esta etapa, pasará a probarse en humanos en la fase clínica. Las inmunizaciones dirigidas contra otras enfermedades van más lentas pero la más destacadas son frente a la esclerosis y el alzhéimer.

Uno de los puntos de inflexión hacia las vacunas ‘curativas’ ha sido la tecnología ‘ARN mensajero’, que se ha probado con éxito frente al covid

Moreno explica que uno de los “puntos de inflexión” hacia las vacunas ‘curativas’ ha sido la tecnología ‘ARN mensajero’ que se ha probado con éxito frente al covid. “Antes había dudas, pero la pandemia ha confirmado que es segura y ha generado más interés y financiación”, indica el especialista. La técnica consiste en usar material genético que, una vez inyectado, manda información a las células para que fabriquen una proteína que despierta la respuesta inmunitaria frente a una enfermedad.

Asimismo, otra de las innovaciones que allana el camino hacia el cambio de paradigma son los adyuvantes, una molécula que se adhiere al antígeno y estimula el sistema inmune, para que la respuesta sea más intensa en personas con la inmunidad debilitada. Se usa ya en vacunas frente a la gripe y el zóster.

Vacunas personalizadas

La tecnología ARN mensajero y otras abren la puerta, además, a crear vacunas personalizadas. “Hay tumores que tienen en común un tipo de proteínas, con lo que se pueden crear vacunas para ese tipo de tumor, pero hay pacientes que expresan proteínas diferentes, que no aparecen en los demás enfermos, y se está estudiando crear vacunas concretas para combatir ese tumor, personalizadas”, indica Fariñas.

Además, una de las grandes ventajas de las vacunas es que se dirigen solamente contra las células alteradas, por lo que son menos agresivas que tratamientos convencionales contra el cáncer como la quimioterapia, que atacan células ‘buenas y malas’.

Terapias combinadas

Los ensayos en marcha demuestran, además, que son más efectivas si se administran de manera combinada junto con inmunoterapia, el tratamiento que se usa ya contra varios tipos de cáncer, sobre todo con los llamados anticuerpos monoclonales.

“Por ejemplo –indica Fariñas–, la inmunoterapia sola frente al melanoma presenta una eficacia significativa pero combinada con una vacuna de ARN mensajero la protección se incrementa de forma importante y, por eso, la filosofía es usar ambos sistemas combinados”.

Todavía es difícil vislumbrar cómo se administrarán estas vacunas terapéuticas. Lo más probable es que se utilicen una vez la enfermedad ha sido diagnosticada, pero las vacunas son una poderosa herramienta de salud pública y quizá, en un futuro más lejano, se podría pensar en su administración a un grupo determinado de población, para prevenir una dolencia concreta. “En ese caso, todo dependerá de la seguridad y eficacia de la vacuna, así como de su precio y de si es fácil de producir y administrar”, avisa Moreno.