JABALIObsérvese con atención el tamaño del ejemplar al lado del hombre y al lado la foto de sus colmillos.
La proliferación de animales silvestres exóticos en Entre Ríos genera enorme preocupación en el sector productivo. Además de los ciervos axis, la extendida presencia de los jabalíes en zona de islas despierta todas las alarmas.
“La situación se va agravando día a día. Cada vez más se expanden a los sectores donde no había y el daño que hacen es importante”, sostuvo Raúl Sobredo, productor agropecuario y expresidente de la Sociedad Rural de Gualeguaychú.
En el mismo sentido, Nicasio Tito, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), expresó su preocupación junto a sus pares de las provincias de Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa.
Boca abierta de un chancho jabalí donde puede verse los afilados dientes que poseen estos animales.
Los dirigentes rurales señalan que “la situación es muy complicada, con estos animales ajenos a lo natural de nuestra zona, que hacen mucho daño”. “Se necesita una legislación, una ley bien trabajada“, adelantó.
El origen del jabalí y su ingreso a la Argentina
El jabalí es un mamífero de tamaño mediano y antepasado del cerdo doméstico, que ha atravesado diferentes procesos domesticación y vuelta a la vida silvestre, por lo que sus características han ido mutando con el paso de los años.
La especie llegó a América por a principios del siglo XX por medio de los europeos, que traían ejemplares para realizar cotos de caza. Al hablar de su historia en el país, se puede decir que fue introducido entre los años 1946 y 1948 en la Cordillera de los Andes, desde donde luego llega a la Argentina alrededor de 1956.
De manera paralela, se produjo la liberación de la especie en la provincia de La Pampa, desde los predios que correspondían a Pedro Luro (1860-1927), un acaudalado empresario que fue diputado nacional y provincial. Los campos hoy forman parte de la Reserva Provincial Parque Luro.
Cuando el jabalí logró desarrollarse en el país, adquirió tamaños mucho más grandes que los ejemplares europeos, por la facilidad para encontrar comida y la escasez de depredadores que existen en las bastas extensiones de la pampa húmeda y sur argentino, donde fueron liberados.