La calle Los Almendros, una de las avenidas comerciales más transitadas de Villa de Merlo, permanece a oscuras, poniendo en riesgo la seguridad de vecinos, comerciantes y turistas. Falta de iluminación en una zona repleta de negocios esenciales, a pocos metros de la popular Avenida del Sol.

Los Almendros, una avenida fundamental que, ubicada a pocos metros de la concurrida Avenida del Sol, permanece en la penumbra.

Villa de Merlo es conocida por su apacible ambiente turístico y su enfoque en la hospitalidad. Sin embargo, los problemas cotidianos de infraestructura y servicios esenciales parecen quedar fuera de la agenda. Esto es evidente en la calle Los Almendros, una avenida fundamental que, ubicada a pocos metros de la concurrida Avenida del Sol, permanece en la penumbra.

A diario, cientos de turistas y locales recorren esta calle, que alberga una variedad de negocios esenciales para la vida en Merlo. Panaderías, kioscos, carnicerías, pollerías, farmacias, locales de ropa y ferreterías forman parte de una oferta comercial que satisface las necesidades de quienes viven y visitan la Villa. Sin embargo, los vecinos y comerciantes de la zona señalan que la falta de iluminación es una constante. La oscuridad no solo dificulta el tránsito de peatones y vehículos, sino que también aumenta los riesgos de incidentes y facilita actos de vandalismo en una zona que debería priorizarse por su impacto en la economía local.

El problema no es nuevo. Tanto vecinos como comerciantes han manifestado su preocupación en repetidas ocasiones, pero las soluciones parecen postergarse una y otra vez. Este tipo de desatenciones generan no solo inseguridad, sino también un sentido de abandono. Es llamativo que una localidad que pretende consolidarse como un destino turístico de primer nivel no pueda ofrecer a sus visitantes y residentes un entorno urbano seguro y confortable. La falta de luz en Los Almendros es una muestra de la desconexión que parece haber entre las necesidades diarias de la comunidad y las prioridades de la gestión local.

La situación exige respuestas y, sobre todo, acciones inmediatas. La oscuridad en una calle tan concurrida no debería formar parte del paisaje de una ciudad que apuesta por el turismo como motor económico. Los Almendros a oscuras no es solo un problema de infraestructura; es un reflejo de la falta de atención a los detalles que hacen de una ciudad un lugar seguro y digno para quienes la habitan y visitan.