Micaela Chauque propone «Corazón de agua», un reencuentro con su música, este domingo, desde las 20, en la Usina Cultural, España 98. Junto a su voz, quenas, quenilla, sikus, toyo, caja y guitarra evocarán los sonidos andinos. Las canciones «El Saltarín», «Alfonsina y el mar», «Florcita de cardón», «Romance de viento y quena», «Jallalla», «Soy de la Puna» y «Demasiado corazón», entre muchas otras, serán interpretadas junto a Mallku Cruz Machaca (en guitarra) y Gastón Aranda (en percusión), y también se sumarán músicos invitados. Las entradas, en saltaticket.
Micaela Chauque propone «Corazón de agua», un reencuentro con su música, este domingo, desde las 20, en la Usina Cultural, España 98. Junto a su voz, quenas, quenilla, sikus, toyo, caja y guitarra evocarán los sonidos andinos. Las canciones «El Saltarín», «Alfonsina y el mar», «Florcita de cardón», «Romance de viento y quena», «Jallalla», «Soy de la Puna» y «Demasiado corazón», entre muchas otras, serán interpretadas junto a Mallku Cruz Machaca (en guitarra) y Gastón Aranda (en percusión), y también se sumarán músicos invitados. Las entradas, en saltaticket.
Nacida en Iruya y residente en Tilcara hace unos 22 años, Micaela adoptó la quena como instrumento. Ricardo Mollo la conoció en la quebrada y la sumó a la gira nacional de Divididos de 2011. Hija de kollas, es docente y creadora del Encuentro de Mujeres Artistas de la Quebrada Jallalla Warmi, que ya realizó su 7ª edición. Grabó «Instrumental de la Quebrada» (2003), «Quenas y sikus en vivo» (2008), «Jallalla» (2019). Y ha participado en discos de Jaime Torres, Peteco Carabajal, Divididos y Tremor. La vientista realizó presentaciones en Cosquín, el Enero Tilcareño, Festival de la Pachamama y en escenarios de Holanda, España, Italia, Portugal, Francia y Bélgica. En 2019 ganó el Premio Gardel a mejor álbum folklórico con «Jallalla».
«‘Corazón de agua’ porque es la canción que da inicio a esta etapa que vengo desarrollando desde el 2020, y trabajando para que las ideas musicales queden, para que se conformen como canciones propias», dice Micaela Chauque en contacto con El Tribuno, sobre el espectáculo. De Rancho en Rancho, una agrupación de rap, estará en la Usina. «Habrá un encuentro de música andina y freestyle», comparte sobre el show. Las voces de Jacinta Condorí y Diego León y el grupo La Pueblada Danza y Rock también se suman. «Y vamos a invitar también, como algo muy lindo y especial, a la comunidad de copleros, de Residentes de Iruya, que van a participar en la apertura», cuenta la quenista.
Jallalla Warmi
«Estudié la Licenciatura en Folclore en la UNA -Universidad Nacional de Artes- de Buenos Aires, y para la licenciatura decidí tomar un tema que me era muy cercano, propio. Integrando la banda de sikuris Rosa Mística y viviendo esa experiencia de tocar junto a las mujeres, notamos que había grandes inquietudes y necesidades quizás de muchas para poder decir y pensar y expresarse a través de la música», cuenta Micaela.
«Ese fue el motivador por el cual elegí el tema, más allá de que es novedoso de por sí hablar sobre mujeres sikuris», dice. «A esta altura ya hay muchas, hay cinco bandas en Tilcara mismo, y después en la quebrada de Humahuaca hay otras tantas, y se expanden en las capitales y ciudades del país. Se difundió mucho en Salta también», cuenta. «Es superinteresante cómo el pueblo decide tomar estos instrumentos como propios y como un rasgo de identificación. Y para mí, desde lo personal, es muy valioso porque justamente de eso se trata», analiza, y agrega: «Se trata de que el pueblo tome en sus manos la identidad como propia, y -de hecho- lo es, siempre lo fue… pero la industria de por sí, los medios masivos, suelen siempre influenciar en las decisiones estéticas que después el público consume».
Jallalla Warmi son palabras en quechua. «Fue a propósito, para resaltar términos que tienen que ver con la ancestralidad, con la lengua histórica de tiempos anteriores, generaciones anteriores, cuando se hablaba el quechua. Claramente se puede decir que acá había distintos regionalismos en cuanto a hablas y lenguas, que ya no quedan vigente en estas zonas, pero sin embargo el quechua fue una que más se ha difundido, entonces la tomamos como propia, y por eso expresamos con esas palabras ‘vivan las mujeres’, o «fuerza y energía positiva a las mujeres’, tratando de agruparlas», dice Micaela Chauque.
«La cultura continúa»
«Más allá de que si la lengua cayó en desuso, la cultura continúa y se va renovando, creo que lo que sucede en esta generación es que se renueva en nuevas manos, jóvenes, distintas, con críticas también a modelos que antes existían y ya no», reflexiona, y suma: «Es algo que ayuda a seguir con las bandas de sikuris que se expandieron en todos lados, por ejemplo».
«Me conocen como artista jujeña -creo- porque vivo en Tilcara, y también por una especie de apropiación cultural que hacen los medios para definirte. Esta historia de la música de quena y sikus como de una región andina, kolla, del altiplano, puneña. Soy salteña y eso no quita que siga siendo puneña o andina o indígena… Pasa que la imagen del salteño siempre es prevista como la del gaucho», considera. «Tratar de comprender que la entrega musical y cultural no es solo artística, sino también tiene que ver con este reconocimiento que hace el público a nuestra propia identidad. Yo creo que eso es a lo que invitamos. Invitamos a que se dé ese encuentro», cierra.