«Quiero saber sí o sí qué pasó con mi papá. Enemigos mi papá seguro tenía», dijo el acusado de 48 años antes de oír el veredicto, haciendo hincapié en su inocencia. El parricidio ocurrió el 4 de julio de 2023, el cuerpo del hombre 73 años fue hallado carbonizado en su camioneta.
Condenaron a perpetua al acusado de matar a su propio padre.
“Quiero saber sí o sí qué pasó con mi papá. Enemigos mi papá seguro tenía y no se investigó nada. Nada más que eso”, dijo con cierta liviandad Pablo Santiago Ashworth, cuando el tribunal que lo juzgó por el asesinato de su padre, Jorge “Teddy” Ashworth, le dio la oportunidad de manifestarse antes de pasar a deliberar su veredicto. Media hora después, los jueces regresaron a la sala de juicios y comunicaron su fallo. Declararon culpable al hombre de 48 años y lo condenaron a la única pena posible para alguien que mata a su padre o a su madre: prisión perpetua.
Los jueces María Claudia Uccello, Sandra Elizabeth Piguillem y Mauro D’Agata Henríquez lo hallaron culpable del delito de “Homicidio agravado por el vínculo” por unanimidad.
La pena a la que arribó el Tribunal coincidió con el pedido que habían hecho un par de horas antes los fiscales Mario Zudaire y Débora Roy Gitto. El representante del Ministerio Fiscal repasó que el crimen sucedió el 4 de julio del año pasado y que el cuerpo de la víctima de 73 años fue hallado calcinado en su pickup Fiat Toro, que era consumida por las llamas a orillas de la ruta, en un campo de San Pablo, en cercanías a Tilisarao.
Del cuerpo, del entrañable veterinario de Tilisarao, solo quedaban huesos y algunos órganos, dijo. La autopsia luego corroboró que había muerto por inhalación de humo y carbonización.
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Para Zudaire todo se trató de “una crónica de una muerte anunciada”, porque el acusado había dado sobradas pruebas en el pasado de querer matar o, al menos, herir a su padre. De hecho, sus hermanas y otros familiares presenciaron episodios en los que Pablo había atacado a su padre y hasta lo había amenazado de muerte.
Recalcó que el psicólogo que lo analizó concluyó que estaba ubicado en tiempo y espacio, que no tenía rasgos psicóticos y que comprendía perfectamente lo que hacía. En ese punto, el fiscal enfatizó que el ahora condenado planeó el crimen. “Lo hizo de noche, en el campo, cuando no había nadie y sabiendo que su padre estaba ahí. Compró nafta para incendiarlo y nada lo detuvo en su camino», dijo.
“Le disparó con el rifle, lo redujo, lo metió en la pickup y le prendió fuego. Estaba vivo todavía ‘Teddy’ cuando lo empujó al interior de la camioneta”, manifestó el fiscal.
Luego, el abogado del acusado, Pascual Celdrán, manifestó que le costaba comprender por qué nadie se molestó en investigar. “No entiendo por qué la Policía no buscó huellas en el lugar u otras alternativas, si ‘Teddy’ tenía problemas con otras personas. No comprendo por qué descartaron de plano que se haya tratado de un accidente. No hicieron pericias accidentológicas y también descartaron los problemas que podría haber tenido la víctima con los cazadores”, expresó.
En ese punto planteó cómo la principal testigo de la causa, María José Pinto, la esposa del acusado, fue citada a declarar solo una vez y nunca se presentó. Lo decía porque la mujer le comentó a los policías que su marido le había dicho que mató de un tiro a su padre.
“La citaron a declarar una vez, pero no fue y se olvidaron, no la llamaron más. Ni siquiera la llamaron a declarar por la fuerza pública, algo inentendible en un pueblo como Tilisarao”, manifestó. Celdrán recalcó que todo eso dejó en evidencia “la falta de apetito” de la Fiscalía por investigar, porque a las cinco horas de hallar el cadáver de «Teddy» ya habían condenado a su hijo. Se cerraron en la idea de que él había asesinado a su padre y no averiguaron otras hipótesis, abundó. Por todo ello, el defensor solicitó la absolución de su cliente, pero el Tribunal no le dio la razón. (EDR)