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Acusado por la muerte de Achingo atacó a puñaladas a un joven vecino

Elio Romualdo Ortega tiene 36 años y desde hace siete está imputado por el homicidio de Pablo Sabino Achingo, delegado del sindicato Empleados de Comercio en esta capital, cuyo cuerpo fue hallado parcialmente carbonizado y golpeado en una esquina del barrio Santa Rita y su automóvil calcinado en la avenida Costanera Oeste, el miércoles 7 de junio de 2017.

Como lo publicó PRIMERA EDICIÓN, en febrero de 2021,  Elio Ortega recuperó la libertad supeditado al expediente en manos del juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo. Tanto él, como los tres acusados restantes: Eber Yonatan Ortega, Florencia Camila Lagardo y Pedro Esteban Ramírez, volvieron a sus domicilios porque el plazo de la prisión preventiva sin resolución en juicio, había vencido un año antes.

Los problemas para Elio Ortega se reavivaron durante las últimas horas y volvió a quedar vinculado a un hecho violento. El jueves pasado por la noche en el barrio San Onofre, según los denunciantes, atacó a puñaladas a un joven de 19 años, le hincó varias veces una pierna y le apoyó el filo del cuchillo en el cuello mientras le gritaba: “Devolveme todas las cosas que te robaste hijo de puta”.

Esto ocurrió sobre la calle Pueyrredón cerca de la avenida Cocomarola, detrás del parque cerrado de una empresa de colectivos urbanos posadeño.

Las fuentes consultadas por este Diario resaltaron que el muchacho acusado de robarle pertenencias a Ortega, pudo escapar de lesiones aún más graves porque un hermano apareció a socorrerlo y logró empujar al agresor y que corrieran ambos a buscar resguardo.

Se dio intervención al 911 y fueron alertadas las patrullas de la comisaría Octava que concurrieron al barrio y asistieron al herido para tomarle la denuncia pocas horas después.

Se notificó de lo sucedido al Juzgado de Instrucción 6 y fue demorado el acusado del ataque. Restará determinarse durante las próximas horas su situación procesal y si recuperará o no la libertad en las condiciones otorgadas hace poco más de dos años.

Pablo Achingo fue asesinado a golpes y quemado tras una emboscada para robarle. Su vehículo, un Renault Fluence, apareció incinerado horas antes de que hallaran su cuerpo tapado con plásticos en el cruce de las calles 127 y 82, en la chacra 130, barrio Santa Rita.

Achingo fue víctima de un grupo de delincuentes que, bajo engaños, lo llevó hasta una vivienda de avenida Santa Cruz casi San Martín, donde fue atacado con fines de robo.

La autopsia reveló que su deceso se produjo por inhalación de monóxido de carbono mientras ardía en la esquina mencionada.

Entre las medidas de prueba existentes en la investigación, además de testimonios, hubo toma de registros genéticos de los sospechosos que se cotejaron con las halladas en un vehículo en el que se cree trasladaron a la víctima, como así también análisis de teléfonos incautados y cruzamientos de llamadas entre los imputados.