Angeles somos, la enriquecedora costumbre que se reedita y expande cada 1 de noviembre con mayor fuerza cada año en las localidades correntinas, donde ya no son sólo un puñado de niños los que se reúnen para llevar bendición y pedir colación, sino que el Gobierno provincial y varios municipales e instituciones diversas asumen la responsabilidad de sus organizaciones respectivas.

«El que olvida sus raíces pierde su identidad porque sin saber de dónde viene, difícil es saber a dónde va», reza un popular refrán que adquiere gran dimensión al referirse a esa tradición tan plena de ternura y de valores, a diferencia de las «festicholas» y el consumismo que promueven desde culturas extranjerizantes, más allá de las bondades que también conlleva la globalización, siempre y cuando no destruya la identidad de cada pueblo y su cultura, pero aún cuando se trata de imponer desvalores, como un aporte más al nihilismo de la vida en la que se sumergen muchísimos jóvenes y arrastran a los niños a su vacío y divertimento efímero.

ACTIVIDAD EN

ITATÍ Y CURUZÚ

Frente a la rabiosa promoción de máscaras de monstruos y telarañas, muchos optan por lo que consideran virtuoso, como lo son la representación de ángeles y santos, así como lo harán en Itatí este viernes 1 de noviembre a las 18, donde se concentrarán frente a la Basílica de Itatí.

La actividad será transmitida por el Facebook de Noticias Itateñas, acontecimiento para el cual se invitó de manera especial a los niños a ataviarse de ángel o de algún santo «para participar en esta celebración religiosa y compartir la fe y la alegría con la comunidad».

«La Basílica de Itatí se llenará de ángeles y santos pequeños, llenos de inocencia y fe. ¡No te pierdas este evento emocionante!», expresa la convocatoria de los organizadores.

Donde también se fortaleció de manera superlativa esta tradición es en Curuzú Cuatiá, donde el Gobierno municipal se involucró directamente en la organización acompañando la iniciativa desde su Dirección de Cultura.

En esta ciudad la concentración será frente a la Municipalidad a las 17, en calle Berón de Astrada, para desplazarse por las calles céntricas hasta el Correo Argentino.

CRECIMIENTO

Cabe recordar que tiempo atrás muy pocas eran las localidades que mantenían esta manifestación, tal los casos de Mburucuyá y Caá Catí, por mencionar algunas de esas pocas, situación que se revirtió después cuando muchas se sumaron a recuperarla, tal el caso de la misma Curuzú Cuatiá donde sorprendió el resurgimiento de esta festividad porque se diera precisamente desde un Instituto de Inglés y sobre lo cual el año pasado la directora municipal de Cultura, María Virginia Aguirre Talamona, dialogó con EL LIBERTADOR.

Dijo entonces la funcionaria que trabajaban ya desde 2019 con Ángeles Somos, «que después debió interrumpirse por la pandemia del Covid-19 y lo volvimos a retomar», ocasión en la cual recordó que «había un Instituto de Inglés, el English Center, que tímidamente en vez de festejar Halloween hacía Ángeles Somos. Entonces yo me contacté con ellos y les dije: ‘qué tal si agrandamos a toda la ciudad’ y empezamos a hacer un recorrido por el centro de Curuzú convocando a todas las instituciones, a las parroquias, a las comunidades, y empezamos así».

«El año pasado (por 2022), tuvimos 700 chicos participando y cada año se agranda más. Toda la comunidad participa, las instituciones educativas, jardines de infantes, las escuelas, las parroquias, las capillas donde hay catequesis», resaltó.

«Es una fiesta que gusta mucho a los curuzucuateños y ha ido creciendo de manera muy importante estos últimos años», cerró la titular de Cultura, celebración que sin duda volverá a reeditarse el próximo viernes, cuando niños de toda condición, juntos, caracterizados como angelitos salgan a las calles, con sus bolsitas y canastitas, para conceder bendiciones a los vecinos y recibir a cambio una golosina o una colación, mientras algunos recitan el clásico verso: «Ángeles Somos del cielo venimos. Colación, colación, su bendición».

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