Por Sitio Andino Sociedad 28 de octubre de 2024 – 10:55
Facundo Font, de 27 años, pensó que había zafado de un intento de estafa tras un intento de fraude en Facebook Marketplace. Un comprador fantasma lo había contactado, enviándole comprobantes falsos y gritando por teléfono, pero nunca se presentó. Como el dinero no ingresó, no entregó los productos. Sin embargo, lo que creía que era el fin de su preocupación era, en realidad, solo el comienzo.
Robo de identidad
Durante el proceso de venta, los estafadores lograron obtener información sensible sobre su identidad, un elemento que resultó ser más valioso que los productos en venta. Desde hace más de cinco meses, su nombre y su cara han sido utilizados para llevar a cabo otras estafas. Facundo decidió contar su historia para advertir sobre el modus operandi de estos delincuentes y, al mismo tiempo, como una medida de protección personal.
Una nueva realidad
Hoy, Facundo vive con el miedo constante de encontrarse con personas que puedan haber sido engañadas usando su nombre. Este temor no es hipotético; ya le ha sucedido en al menos dos ocasiones. En cada encuentro, ha logrado convencer a las víctimas de que él también es una damnificado.
La trampa en Marketplace
La historia de Facundo comenzó a finales de mayo, cuando decidió vender dos consolas de videojuegos: una PlayStation 4 y una PlayStation 5. Para evitar las comisiones de Mercado Libre, eligió publicarlas en Marketplace, la plataforma de Meta. Esa misma noche, un tal Lucas González se puso en contacto con él, interesado en las consolas.
El primer engaño
Lucas pidió el teléfono para realizar consultas y, tras algunas conversaciones, le aseguró que compraría las dos consolas. Le pidió que bajara las publicaciones de Marketplace para que nadie más pudiera ofertarle. Facundo, sin sospechar, accedió. Al hacerlo, el registro de mensajes se perdió, complicando el rastreo del comprador.
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La tensión crece
El verdadero drama comenzó cuando Lucas envió un comprobante falso por 1,4 millones de pesos. A pesar de que la transferencia podía demorar, Facundo se negó a entregar las consolas sin que el dinero estuviera disponible. En medio de la tensión, Lucas, en un intento de generar confianza, le pidió una foto de su DNI. Facundo, confiado, envió una imagen de su documento y su rostro.
Cuando la transferencia nunca llegó, Facundo pensó que había escapado de la estafa. Sin embargo, una semana después recibió mensajes de conocidos que lo alertaron sobre intentos de estafa en su nombre. La situación se agravó al recibir amenazas de personas que creían que él era el estafador.
Consecuencias personales
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A lo largo de cinco meses, Facundo recibió más de 35 mensajes de víctimas de estafa, y sus familiares también fueron contactados. Para proteger a sus seres queridos, tuvo que bloquear a su novia en Instagram. En cada interacción, Facundo tuvo que explicar pacientemente que él no era el estafador.
Encuentros peligrosos
No todas las interacciones fueron pacíficas. Facundo se encontró cara a cara con dos damnificados que pensaban que él era el responsable de su pérdida. En una ocasión, fue confrontado por un grupo que exigía la devolución de una consola. A pesar de mostrar la denuncia, la situación lo dejó profundamente afectado, según publica Clarín.
Esta experiencia ha cambiado por completo su vida. Facundo ahora vive con ansiedad y miedo constante. La simple llegada de un visitante le genera pánico, y cada desconocido en la calle se convierte en una amenaza potencial. «¿Qué pasa si alguien viene a buscarme?», se pregunta, reflejando una realidad que parece no tener fin.