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Javier Valverde: «El Pósito podría tener un uso ciudadano cultural»

La tesis doctoral El Pósito de Córdoba. Un prototipo para una tipología perdida del arquitecto cordobés de la Gerencia municipal de Urbanismo de Córdoba, Javier Valverde, ha sido recientemente premiada por con una mención de honor en la sexta edición del Premio Ibérico de Investigación sobre Arquitectura Tradicional, convocado conjuntamente por la Orden de Arquitectos de Portugal, el Colegio Oficial de Arquitectos de León, la Fundación Convento da Orada (Portugal) y la Fundación Antonio Font de Bedoya (Palencia). Además, hace un año este estudio ya recibió una mención tesis doctoral 2023 en los premios de proyectos fin de carrera, trabajos de fin de máster y tesis doctorales convocados por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, siendo la única obra premiada que se centraba en el patrimonio. La tesis fue defendida en la Universidad de Sevilla en junio de 2022.

La investigación desarrollada durante cinco años por Javier Valverde se centra en el edificio del Pósito de Córdoba, construido en la primera mitad del siglo XVI en la plaza de La Corredera. Se trata de un ejemplo paradigmático de arquitectura heredada caída en desuso que lleva varias décadas esperando su recuperación, a pesar de haberse formulado para él distintas propuestas que finalmente no llegaron a materializarse.

Imagen de archivo del interior del Pósito de La Corredera.

Imagen de archivo del interior del Pósito de La Corredera. / SANCHEZ MORENO

En la tesis, este arquitecto propone para este edificio singular, construido en 1536, «un uso ciudadano o cultural para la planta baja como una sala de exposiciones y para la planta alta una utilidad administrativa municipal».

Esta posible finalidad del Pósito de La Corredera coincide con los primeros usos que tuvo en el siglo XVI -según comenta Valverde-,ya que «la planta baja estaba abierta y se destinaba a distintos usos ciudadanos, mientras que en la alta se guardaba el grano», siendo el único pósito andaluz de estas características.

La tesis, dividida en tres partes, plantea similitudes de construcción del Pósito con la Mezquita-Catedral de Córdoba. «Es un edificio muy desconocido y que precisa una profunda restauración y la intención es recuperarlo», sostiene Valverde.

Precisamente, la Gerencia municipal de Urbanismo sacó a finales del pasado mes de septiembre a licitación un contrato por más de 100.000 euros (impuestos incluidos) para renovar el entoldado que protege algunos de los elementos del Pósito de La Corredera. El objetivo, evitar que el espacio se deteriore más de lo que ya lo está. Según se recuerda en el contrato, en el año 2009 se colocaron unos toldos de manera provisional para proteger elementos constructivos del propio Pósito. Sin embargo, ese entoldado se encuentra ya en un «pésimo estado», según la memoria de la licitación, de forma que hay lonas desprendidas y a las que no lo están les falta poco para hacerlo.

El edificio más antiguo construido con fondos municipales

Según informa una nota de la Gerencia de Urbanismo, con este trabajo «se pone en valor el edificio del Pósito, no solo uno de los más tempranos en su tipología, sino el único conservado en las ocho capitales andaluzas. Se trata del edificio más antiguo que se conserva de los construidos con fondos municipales, al ser levantado por el Concejo de la ciudad alrededor de 1536. Su cronología lo sitúa, además, en un momento histórico en el que la arquitectura gótica comienza a incorporar las incipientes ideas renacentistas que llegan a la ciudad».

El Pósito fue también el primer edificio institucional ubicado en la Plaza de la Corredera, estableciendo la alineación de su flanco sur que más tarde seguirían la Casa del Corregidor (actual Mercado de Sánchez Peña) y las casas de doña Ana Jacinto, alineación que se respetaría con la reforma barroca del 1683 que estableció su actual configuración.

El Pósito, tras abandonar su uso como granero, pasaría a finales del siglo XIX a formar parte de la fábrica de sombreros del industrial José Sánchez Peña, albergando en su planta superior una escuela y viviendas para los obreros. La pervivencia de estas viviendas fue el germen de la casa de vecinos que ocupó el edificio durante la primera mitad del siglo XX y que se terminó de desalojar en los años 80, cuando la Junta de Andalucía acometió el Plan Especial de Protección de la Plaza de la Corredera. Desde entonces, el Ayuntamiento de Córdoba se ha hecho cargo del edificio, primero a través de la extinta Procórdoba y, después, bajo la tutela de la Gerencia municipal de Urbanismo, que ya trabaja en la futura recuperación del Pósito.

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