En el marco de la causa legal que envuelve al expresidente Alberto Fernández, ha emergido un testimonio clave que podría influir en el rumbo de las investigaciones. La excolaboradora de Fabiola Yañez, Claudia Andrea Silvero, compareció recientemente ante el fiscal federal Ramiro González para ofrecer su declaración sobre los alegatos de violencia de género enmarcados en esta causa.
Silvero, quien desempeñó labores junto a Yañez en el ámbito social, ha surgido como una figura relevante en el proceso judicial debido a su cercanía con la expareja presidencial. Apodada como la «Testigo B» por el equipo de defensa de Fernández, Silvero ha brindado un relato que parece respaldar la versión favorable al expresidente. Según su declaración, misma que había anticipado ante un escribano público, no observó en ningún momento incidentes de violencia de género durante su tiempo de colaboración con Yañez.
Sin embargo, las afirmaciones de Silvero no se limitaron únicamente a desestimar los actos de violencia. Durante su comparecencia destacó haber conocido a la ex primera dama a través de plataformas virtuales, llevándola a desarrollar una relación profesional desde su provincia natal, Misiones. No obstante, en una faceta más personal de su declaración, Silvero abordó temas delicados como el presunto alcoholismo de Yañez, generando un grado significante de controversia.
La colaboradora testificó sobre conversaciones suscitadas con Yañez respecto a conflictos maritales y disputas relacionadas con personas ajenas a la pareja. Silvero aseguró que en varias ocasiones fue testigo de los efectos físicos aparentemente causados por el alcoholismo de Yañez más que por violencia doméstica. En su relato, también hizo alusión a intercambio de mensajes y episodios polémicos que involucraban a figuras del entorno presidencial, como la periodista Tamara Pettinato.
El testimonio de Silvero constituye solo una parte del espectro testimonial sugerido por la defensa de Fernández, en un intento por reconstituir la narrativa que rodea al expresidente y su relación con Yañez. Otros testigos, hasta el momento, han ofrecido versiones que desmienten las acusaciones iniciales basándose en la ausencia de evidencia directa de actos violentos, corroborando, por ende, el relato de Silvero.