La llegada de la primavera marca el momento perfecto para cultivar y cuidar las dalias, flores emblemáticas conocidas por su vibrante colorido y forma distintiva. Con su variedad de tamaños y tonos, estas plantas pueden transformar cualquier jardín en un espacio lleno de vida. Aquí te ofrecemos una guía sobre los cuidados que necesitan las dalias durante esta estación.
Ubicación: Las dalias requieren un lugar soleado, idealmente con al menos seis horas de luz directa al día. Esto asegura un crecimiento robusto y flores abundantes.
Suelo: Es fundamental contar con un suelo bien drenado y rico en materia orgánica. Si el suelo es muy pesado o arcilloso, considera mezclarlo con arena o perlita para mejorar el drenaje. Las dalias prefieren un pH ligeramente ácido a neutro (entre 6.0 y 7.0). Realiza un análisis de suelo si es necesario y ajusta el pH con enmiendas adecuadas.
Plantación: En muchas regiones, la siembra de tubérculos de dalia se recomienda a finales del invierno, cuando el riesgo de heladas ha pasado. Planta los tubérculos a unos 10-15 cm de profundidad, asegurándote de que los brotes queden hacia arriba. Mantén una distancia de 30-60 cm entre cada planta para permitir un buen flujo de aire y espacio para el crecimiento.
Riego y fertilización: Las dalias necesitan un riego regular, especialmente en las primeras semanas después de la siembra. Evita el encharcamiento, ya que puede provocar pudrición de los tubérculos. Una buena regla es regar cuando la capa superior del suelo esté seca al tacto. Aplica un fertilizante equilibrado (como 10-10-10) cada cuatro a seis semanas para promover un crecimiento saludable. Considera usar un fertilizante específico para flores durante la etapa de floración.
Cuidado y Mantenimiento: A medida que las plantas crecen, es recomendable quitar las hojas y flores marchitas para estimular un crecimiento vigoroso y una floración continua. Algunas variedades de dalias pueden necesitar soporte, especialmente aquellas que producen flores grandes. Utiliza estacas o mallas de jardín para mantenerlas erguidas.
Plagas y enfermedades: Mantente atento a plagas como pulgones y escarabajos, así como a enfermedades fúngicas. Inspecciona las plantas regularmente y aplica tratamientos orgánicos o insecticidas si es necesario.