De acuerdo con el informe, el PAMI tuvo en 2022 un superávit financiero de 0,12% del PBI y la AFIP uno del 0,05%, explicando entre los dos organismos el 94,4% del resultado favorable del conjunto denominado «otros entes», compuesto por nueve instituciones que, según normas establecidas desde 2022, no integran la Administración Nacional central o descentralizada.
Se trata de «un subsector institucional en el marco del sector público nacional no financiero, compuesto por entes estatales no empresariales, con autarquía financiera, personalidad jurídica y patrimonio propio», indicó la OPC en un análisis elaborado por los consultores Emilio Nastri y Mauro Vega.
La AFIP acumula cinco años con superávit financiero, con un saldo equivalente al 0,01% del PBI en 2018, 0,03% en 2019, 0,05% en 2022, 0,07% en 2021 y 0,05% en 2022; en tanto en el PAMI la racha positiva comenzó en 2022, con un superávit de 0,15% y continuó en 2021 con 0,16% y en 2022 con 0,12%, según el informe.
Además de la AFIP y el PAMI, esos «otros entes» son la Unidad Especial Sistema de Transmisión de Energía Eléctrica (Uestee), el Instituto Nacional de la Música (Inamu), la Comisión Nacional Antidopaje (CNAD), el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), la Superintendencia de Bienestar de la Policía Federal Argentina (Sbpfa), la Dirección de Obra Social del Servicio Penitenciario Federal (Osspf) y el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (Iosfa).
Nastri y Vega señalaron que «la categoría no agrupa organismos que comparten una naturaleza homogénea, lo que complejiza la identificación de su alcance», y su clasificación como «otro ente» se debe «más bien a una decisión político-institucional que a un imperativo normativo derivado de su misión y capacidades».
«La diversidad de fuentes con abordajes diferentes sobre el asunto como el Manual de Clasificaciones Presupuestarias, la Cuenta de Inversión y el Sistema de Información Financiera para Empresas Públicas, Fondos Fiduciarios y Otros Entes (Sifep), también contribuye a esta dificultad», añadieron.
En 2021, los gastos de «otros entes» totalizaron $662.282 millones, equivalentes al 1,42% del PIB y al 5,8% de las erogaciones del Sector Público Nacional no Financiero, y en 2022 subieron a un billón 284.250,2 millones de pesos, el 1,55% del PIB.
Por su parte, los recursos totales en 2021 ascendieron a $775.498 millones, equivalentes al 1,66% del PIB y en 2022 a un billón 433.713,2 millones de pesos, lo que representó el 1,73% del PIB.
En consecuencia, el superávit financiero del total de los entes considerados fue en 2021 del 0,24% del PBI y en 2022 del 0,18%, por lo que la suma de AFIP y PAMI representaron en el primer caso un saldo favorable equivalente al 95,8% del total y en 2022 al 94,4%.
Las variaciones se explican, principalmente, por cambios en los recursos del PAMI, cuya incidencia en los recursos totales de los entes considerados alcanzó en promedio el 65% del total entre 2012 y2022.
El tercer ente en orden decreciente fue el Iosfa, con el 5% del total, mientras que el resto está en el orden del 3%.
La OPC detalló que tanto los recursos correspondientes a 2021 como los de 2022 se componen, en promedio, en alrededor del 40% por aportes y contribuciones a la Seguridad Social, fundamentalmente por la incidencia del PAMI en el total, 20% por transferencias de la Administración Nacional a dicha entidad, 25% por recursos tributarios afectados a AFIP, 6% por rentas de la propiedad y el 9% restante corresponde a otros recursos corrientes y de capital.
El total de entes ocuparon alrededor de 38 mil empleados al cierre del ejercicio fiscal 2022, cifra equivalente al 8% del total del empleo público, considerando el Poder Ejecutivo más el Judicial.
«Este dato incluye planta permanente y transitoria, y agrupa entes de tan sólo ocho empleados, como la Uesttee, y otros de más de 20 mil, como la AFIP», aclara el informe.