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Del 1 al 7 de mayo se celebra a este postre que vuelve locos a los argentinos. Conocé su verdadero origen y cuál es el más consumido en el país.
¿Cuándo es la semana del alfajor en Argentina?
5 de mayo de 2023 – 21:55
Los amantes de lo dulce estarán de fiesta porque del 1 al 7 de mayo se celebra la semana del alfajor en Argentina. Este dulce es uno de los más elegidos por los argentinos, ya sea para saciar una tentación de algo dulce o acompañar la merienda con un buen mate. En 2022 se vendieron alrededor de 10,5 millones de estas golosinas en el país.
Evolución y variedades
El alfajor ha evolucionado a lo largo del tiempo y en la actualidad se puede encontrar en distintas variedades, desde simples, dobles, triples y hasta cuádruples. También existen una gran variedad de sabores, desde el famoso dulce de leche hasta merengue, mousses, de maicena y muchos otros más.
Lee además Según la Asociación de Distribuidores de Golosinas, Galletitas y Afines (ADGYA), en Argentina se consumen alrededor de 3.000 millones de alfajores por año, lo que equivale a 2 kilos per cápita. Los kioscos son responsables de la mayor cantidad de este número y mueven $1500 millones diarios. Además, más del 50% del chocolate que se consume en el país es en forma de alfajor. Entre las variantes de la industria, la versión bañada en chocolate blanco de la fábrica «Guaymallén» es la más pedida en los kioscos.
Historia y origen
El alfajor tiene su origen en las calles de Andalucía, en España, creado por los árabes hace unos 700 años. En Argentina, el alfajor era otra cosa: eran tortas fritas pegadas con dulce de leche. A pesar de no saber la fecha exacta de su creación, un hecho importante nos dejó una pista: la Constitución Nacional de 1853 fue redactada en Merengo, una fábrica de alfajores de Santa Fe. Un químico francés, Augusto Chammás, llegó a la Argentina a mediados del siglo XIX e inauguró una pequeña industria familiar en Córdoba que se dedicaba a la gastronomía dulce. Él fue quien hizo un gran cambio en el alfajor, convirtiéndolo en la figura redonda que conocemos hoy. La producción se industrializó en la década de 1930, dando lugar a las primeras marcas comerciales en Argentina, como El Trébol y Santa Mónica.