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Brasil pide la sede del Mundial femenino de 2027 en nombre de “la mujer sudamericana”

El país que tiene al mejor equipo de esta parte del continente quiere albergar la primera Copa del Mundo en Sudamérica.

sábado, 6 de mayo de 202314:46 hs

La candidatura de Brasil como sede del Mundial de fútbol femenino de 2027 será promovida en nombre de “la mujer sudamericana”, víctima de una aguda desigualdad de género, afirmó en una entrevista con EFE la ministra de Deportes, Ana Moser.

“Brasil tiene una presencia muy importante en América Latina y especialmente en Suramérica”, por lo cual “es una candidatura con potencial para impactar en el fútbol femenino de toda la región”, dijo la ministra, una histórica figura del voleibol brasileño.

La sede del Mundial de 2027 será elegida por la FIFA en mayo del año próximo. Además de Brasil, se han presentado Suráfrica y dos candidaturas conjuntas: Estados Unidos y México por un lado, y por el otro Alemania, Bélgica y Países Bajos.

Esta última, según Moser, será “tal vez la mayor adversaria” de Brasil, pero que se imponga esa candidatura “llevaría el Mundial a Europa, donde el fútbol femenino ya está desarrollado en casi todos los países”, indicó, mostrando una de sus cartas para la disputa.

En contrapartida, subrayó que “Suramérica tiene un potencial de desarrollo muy grande” y que el Mundial en Brasil contagiaría a toda una región que “respira fútbol” y que “se beneficiaría en términos de visibilidad”.

UNA SOCIEDAD Y UN DEPORTE MACHISTAS

En opinión de Moser, el poco calado de la modalidad femenina en el que es conocido como “el país del fútbol” es “de una cierta forma el retrato de una sociedad y de un deporte machistas”.

Según la ministra, a pesar del éxito y la promoción que tienen otras modalidades, “la única cultura deportiva que existe en Brasil es el fútbol, pero es para hombres, no para las mujeres, y eso en los días de hoy no tiene ningún sentido”.

En tono de queja, insistió en que “otras modalidades femeninas se desarrollan pero el fútbol no”, fenómeno que consideró “emblemático” y resultado de cuestiones “culturales” presentes en toda la sociedad.

“Las limitaciones que existen en Brasil en términos de inclusión de las mujeres, los negros o poblaciones menos favorecidas o menos representadas en la élite”, son “cuestiones que tienen paralelos en otros países latinoamericanos y que deben ser trabajadas por las sociedades”, enfatizó.

En ese sentido, sostuvo que “el compromiso” del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva es incentivar las competiciones, la creación de centros de entrenamientos y mejorar las estructuras de los clubes para abrirle mayores espacios al fútbol femenino.

ESTRUCTURAS Y ESTADIOS LISTOS

En esa línea también se inscribe la candidatura para el Mundial de 2027, para el cual Brasil ya tiene las estructuras básicas, que fueron desarrolladas para la Copa del Mundo masculina de 2014.

“Eso ya le daría razón a la candidatura por sí sólo. Brasil ya ha construido doce estadios, doce estructuras de ciudades sede y eso significa un legado estructural que por sí sólo justificaría la realización del Mundial” en el país, indicó.

“Es un legado estructural al que se le podría dar un muy buen uso” y que generaría, como en 2014, “una articulación de todo un país unido en torno a un gran evento deportivo”, que se “irradiaría a toda una región”, vaticinó la ministra.

Moser valoró el apoyo ya manifestado a la candidatura de Brasil por la Conmebol, que tiene su sede en Paraguay, donde ella estuvo a fines de abril y recibió a modo de recuerdo una réplica de la Copa Libertadores que tiene en su despacho.

Un despacho que tiene historia. Entre 1995 y 1998 fue ocupado por Edson Arantes do Nascimento “Pelé”, fallecido el año pasado y quien fue el primer deportista al frente de ese ministerio.

Moser es la segunda, y la primera mujer a cargo de esa cartera, por lo que la obtención de la sede del Mundial de 2027 tendría un valor especial para esta exjugadora de voleibol, que integró la selección brasileña femenina que subió por primera vez a un podio olímpico, con un bronce en Atlanta’96.