Después de once años y medio peleando fuera de México, Saúl Canelo Álvarez venció por puntos y en decisión unánime al resistente boxeador británico John Ryder y retuvo las cuatro coronas de los supermedianos que puso en juego ante una multitud en el estadio de las Chivas de Guadalajara.

El dominio de Álvarez fue absoluto desde el inicio hasta el campanazo final. Canelo puso las condiciones, hizo valer sus credenciales de favorito y no le dio a su rival ninguna posibilidad de aguarle la fiesta. Solo le faltó el nocaut, el que estuvo cerca de conseguir promediando la contienda, para que el regreso a su tierra fuera soñado.

El mexicano de 32 años, inactivo desde el triunfo por puntos en el T-Mobile Arena de Las Vegas frente al kazajo Gennady Golovkin en septiembre pasado, buscó tomar el centro del ring desde los instantes iniciales.

Canelo pareció olvidar rápidamente que venía de superar una operación en la muñeca izquierda y expuso su amplia variedad de recursos para conectar a Ryder. En ocasiones, eligió el cuerpo. En otras, a la cabeza. En la mayoría de ellas, con eficacia.

Hacia el final del tercer asalto, el zurdo inglés, campeón interino y retador obligatorio de la Organización Mundial de Boxeo, comenzó a exhibir las huellas que le imprimió Canelo. Por si fuera poco, su falta de velocidad le impidió no solo ir hacia adelante, en busca de la humanidad de Álvarez, sino también le dificultó ejecutar maniobras de defensa.

Promediando el quinto asalto, después de un cuarto capítulo donde nada cambió, Canelo disparó una combinación de izquierda y derecha al rostro, y el inglés se derrumbó. El árbitro de la contienda le realizó la cuenta y Ryder se levantó denotando valentía y guapeza.

Pese a que la supremacía seguía en poder del boxeador local, lo siguientes rounds fueron los mejores del retador y, en consecuencia, de la pelea.

En ese pasaje, Ryder concretó sus mejores conexiones, aunque Canelo llegó a la conclusión de que los golpes de su oponente eran poco menos que intrascendentes, y que los números de las tarjetas eran favorables, y fue entonces que adoptó la postura de esperar la ocasión propicia para liquidar el pleito antes de tiempo.

El objetivo se le dificultó porque enfrente tuvo un rival dispuesto a recibir sus bombazos y a hacer todo lo posible para mantenerse de pie. En más de una oportunidad las piernas del británico se hicieron de gelatina. Por caso, en el cierre del octavo visitó la lona nuevamente pero el árbitro dictaminó que se trató de un tropiezo, y en el noveno volvió a afrontar con entereza el castigo de Álvarez, e incluso a desafiarlo.

Álvarez insistió al final, pero Ryder resistió de pie, estoico, y forzando una acción heroica en el asalto final con el fin de llevarse un triunfo épico. Sin embargo, nada de eso sucedió, y el mexicano debió conformarse con estirar su palmarés a 59 triunfos, 2 empates y 2 derrotas, con una victoria en las tarjetas (los jueces lo vieron vencedor por 120-107, 118-109 y 118-109).

«Es un gran peleador, de mucho corazón, tenia mucho que ganar y nada que perder, y eso lo hizo más peligroso», analizó el ganador tras la contienda y advirtió que «hay Canelo para rato«. Su próximo objetivo podría estar en las 175 libras, más precisamente en una revancha en septiembre con el ruso Dmitry Bivol, campeón mediopesado de la Asociación Mundial de Boxeo, quien le ganó en mayo del año pasado. «Si no se da esa revancha, iré por otras peleas», anticipó el tapatío.

Ryder, quien cumplió su objetivo de terminar el combate de pie, quedó entonces con una foja de servicios que incluye 32 victorias y 6 derrotas.

Canelo en México, más de 11 años después

El último combate de Canelo en su país lo había mantenido el 26 de noviembre de 2011. En aquella oportunidad, noqueó en el quinto round al puertorriqueño Kermit Cintron en la Plaza de Toros de la Ciudad de México y retuvo el título superwélter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Tenía 21 años.

Luego, el púgil nacido en San Agustín, en las afueras de Guadalajara, realizó 22 actuaciones consecutivas en Estados Unidos. La de esta noche fue la pelea 35 en su país. De las 34 anteriores, había ganado 33, algunas de ellas ante rivales argentinos como los santafesinos Carlos Leonardo Herrera y Carlos Baldomir, y el platense Luciano Cuello.

La velada formó parte de las celebraciones del bicentenario de la declaración de Jalisco como estado libre y soberano (se cumplirá el 16 de junio).

ES