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“Ser el primer hombre licenciado en Obstetricia significa romper un paradigma”

Si bien son muchos los médicos obstetras hombres, está instalado que el trabajo de capacitación y preparación física y psíquica para el parto, el posparto, y la lactancia materna es llevado a cabo por las mujeres. Esto ya que, a partir de la figura de las parteras, el nacimiento del bebé es un acto relacionado tradicionalmente a las mujeres.

No obstante eso, los hombres cada vez se abren más paso en esta actividad profesional.

Prueba de eso, es Lucas Varela, un joven posadeño de 26 años que en diciembre del año pasado se convirtió en el primer y único licenciado en Obstetricia recibido la provincia. Algo que para él significó un orgullo por partida doble: por haber seguido una carrera que le apasiona y por ser el primer profesional de su familia. Así lo narró en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.

“Para mí fue romper un paradigma, en la carrera, y en la provincia. Sé que en las otras provincias sí hay varones recibidos, pero acá no. Sirve también para que otros chicos se animen a estudiar esa carrera”, explicó.

Dentro de las labores que le corresponde a Lucas como licenciado en Obstetricia está la preparación para un parto sin dolor, la atención del parto (siempre y cuando éste se dé sin complicaciones médicas), el asesoramiento a personas y parejas en cuanto a métodos anticonceptivos, la atención a las necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres y el fomento del autocuidado.

En cuanto a cómo se inclinó por esta área específica de la salud contó: “La carrera siempre llamó mi interés, siempre sentí una inclinación hacia la obstetricia y la neonatología. Yo terminé la secundaria, tuve dos años libres, hasta que asistí a una charla informativa de la carrera y opté por estudiarla. Ahí fue que me di cuenta que era el único varón, aunque sí hay algunos más que están en formación”.

Ganando experiencia en el Hospital Materno

Fue así que, tras recibirse, comenzó su camino como pre-residente en el Hospital Materno Neonatal de Posadas, una experiencia optativa que tienen los nuevos profesionales para ambientarse al trabajo que realizarán. Una experiencia, que el joven describió “de gran satisfacción, ya que no hay nada mejor que realizar el bien, trabajar con pasión de la profesión que elegí y destacarme por hacer bien mi trabajo con calidad y cariño”, explicó.

En esa instancia, sus guías y tutores (también profesionales) le asignan tareas de forma progresiva, para que de a poco vaya adquiriendo experiencia en todos los ámbitos y sobre todo en el más importante: el parto.

“Los pre-residentes volvemos a ser estudiantes, nos dan actividades de forma paulatina: hacemos control de trabajo de parto, bajamos a consultorio de primera vez, controles prenatales, monitoreos fetales, consultorio de anticoncepción, damos el alta a las pacientes que ya cursaron su puerperio y ayudamos en la lactancia materna. En mi segundo mes ya me están dejando atender el trabajo de parto, y hacer el alumbramiento (el período que transcurre desde que nace el bebé y se elimina la placenta). Luego, en el tercer mes ya me dejarían atender partos de pacientes multiparas que son mujeres que tienen más de dos hijos”, señaló.

EN EL PARTO. En esta etapa, el joven profesional contó que ya asiste partos y alumbramientos (luego que nace el bebé y se libera la placenta).
Sobre eso explicó que, en todos los casos, las mamás lo acogen como profesional con la mejor predisposición posible, sin poner resistencia ni límites.

Una actitud que también se replica en los papás. “Me está pasando muy de seguido que luego que asisto en el trabajo de parto, los papás están presentes y luego me los cruzo y me agradecen. Es algo muy emocionante”, agregó.

No obstante, pese a todas las satisfacciones que le trae su recién iniciada carrera, reconoció que también debe estar preparado para afrontar los momentos duros, que deben atravesar los profesionales de la salud, como un aborto intrauterino o la pérdida de un bebé después de nacer.

En ese punto reconoció que en el Hospital Materno trabajan con un equipo interdisciplinario muy completo, por lo que “estamos preparados por si eso sucede”, manifestó.

“No descarto irme al interior o algún día ser docente”

Finalmente, el joven profesional analizó su futuro laboral y explicó que no descarta formarse como docente y trabajar en hospitales del interior de la provincia, donde, explicó, es muy amplia la demanda.

“Todavía no decidí qué voy a hacer después de esta experiencia. Obvio que si el Hospital de Posadas me solicita me gustaría quedarme, pero sí tuve algunas ofertas de hospitales del interior y me gustaría desenvolverme en el interior”, confesó.

Además, como es una carrera nueva en Misiones, no descartó formarse como docente ya que “me gusta darle una mano a mis compañeros y a los estudiantes que vienen al Hospital”, finalizó