Sorprendente la evolución de la tecnología, cada día es más útil y necesaria. Desde que el hombre es realidad en el planeta Tierra, trató de perfeccionar sus herramientas. Siempre se buscó el modo de superar todos los momentos, para hacer la vida más placentera. Del rudo trabajo del origen hasta este tiempo de computadoras, celulares y máquinas que juegan al ajedrez, ganándole al mismísimo campeón mundial de ese deporte.
Antes se utilizaban los elementos naturales, como las piedras, las maderas, para producir sus armas y sus herramientas. Luego el fuego, los tejidos, la alfarería para poder avanzar. Antes los niños se divertían con sus juguetes artesanales, que hoy no los utilizan. La pregunta profunda es para determinar si el hombre está evolucionando. La sociedad se fue desarrollando, gracias al aporte que brindó la tecnología.
Hay de todo en estos nuevos tiempos: avances científicos gracias a la tecnología que están salvando vidas. El mundo está cambiando a pasos agigantados y la vida del hombre, también. Se advierte la presencia de la tecnología que se aplica contra el hombre, como las bombas, las armas de fuego, el manejo de gases letales, con odio para vulnerar a otros humanos.
La vida humana ha cambiado desde la aparición del celular, la computadora, el televisor y tantos artefactos enchufables más. Internet es uno de los grandes inventos. Contribuyó con la medicina, aportando distintos instrumentos para mejorar los equipos médicos.
Se perfeccionaron trenes, barcos, aviones, automóviles para viajar con mayor comodidad. Mi nieto con su juvenil inocencia me dice que el hombre de este tiempo no podría vivir sin energía eléctrica, porque se desconectaría de todos los adelantos. Si eso sucediera, se volvería al ayer cuando la humanidad no contaba con estos elementos.
La tecnología brinda grandes ventajas, pero también muchas desventajas preocupantes que involucran a niños y a los adultos. La televisión muestra mucha violencia, que luego aparece en la conducta social. La otra consecuencia de tanta tecnología es el aislamiento social, con elementos que fueron fabricados para mejorar la comunicación, pero se ha logrado el efecto contrario. Esta tecnología que empieza a marcar su presencia en el sistema educativo, para preparar a la población de alumnos a aceptar el mundo nuevo de las redes, que empieza a convertirse en un nuevo idioma cultural universal.
La vida humana ha cambiado. Y los paisajes. Ayer, la gente con sus tarros salía a buscar agua, se alumbraba con velas o faroles, se calefaccionaba con braseros, los chicos jugaban con semillas y otros elementos naturales, pero en la escuela y en la casa había orden y ternura, abrazo y respeto. Todo era esfuerzo y se notaba; por eso crecía el sentimiento de gratitud y afecto. Humanamente eran más modestos y menos pretenciosos. Se veneraba a los mayores y a los muertos. Se observaba el mundo circundante y la buena vecindad era un abrazo social.
Hoy se ha perdido el rumbo de la serena alegría. Muchos valores están en desuso como la sensibilidad, el respeto. Una frustración aparece en el rostro de la gente. Se camina con urgencia, apurados por compromisos, sin rumbo cierto.
Todo es rápido hasta el alimento. Esto es también el legado que nos va dejando la tecnología que nos lleva a toda velocidad a un mundo distinto. El hombre moderno debe usar bien la tecnología para avanzar al bien más preciado, la felicidad, como lo decía Aristóteles, en la antigüedad. Lo humano debe prevalecer ante las máquinas.