Se oficializó ante la justicia electoral la presentación de nueve listas qué disputarán el futuro del panal en Córdoba.
Primer dato contundente en favor del oficialismo Provincial la dispersión de votos producto de una oferta electoral amplia pero también repetida.
El cierre de listas se presentó marcado por una estrategia electoral del oficialismo que se muestra a la ofensiva.
La falta de conducción de la coalición opositora Juntos por el Cambio no sorprende, un escenario similar mostró las elecciones primarias de 2021 en las que Luis Juez contra todo pronóstico logró el triunfo.
No obstante, los tiempos han cambiado para la oposición, el aliado de Luis Juez, Rodrigo de Loredo, parece haber sido el primero en huir del titánic, y de esa forma abrió la puerta a la libertad de acción para el radicalismo.
Contra reloj se confirmó que el vice de Luis Juez es Marcos Carasso, presidente de la UCR, pero un hombre testimonial del radicalismo que acaba de perder su municipio a manos de su aliado Guillermo Cavigliasso con lo cual el presidente de la UCR tiene poco para ofrecer a Luis Juez en territorialidad y con una conducción de carácter testimonial del partido centenario.
El oficialismo eligió que la mejor defensa sea el ataque y sumó dos incorporaciones que son como las lloviznas de otoño que no mojan, pero joden.
Myriam Prunotto, intendente de una pequeña localidad llamada Estación Juárez Celman es la flamante candidata a vice gobernadora junto a Martín Llaryora y el presidente del PRO, Javier Pretto, ex intendente de La Carlota como vice intendente de la capital junto a Daniel Passerini.
Estas dos incorporaciones, irrelevantes en términos electorales pero arteras en el terreno simbólico de la política han marcado un escenario de preocupación para Luis Juez y ahonda la hipótesis del acuerdo entre un sector de Juntos por el Cambio con el peronismo cordobés en el plano nacional.
Juan Schiaretti debe usar su última bala de plata y esa parece ser la elección Provincial para negociar a nivel nacional o por el contrario retirarse al temido otoño de todo dirigente político que ha tocado techo.
Entre las terceras fuerzas está una versión reducida del kirchnerismo con Federico Alessandri y Gabriela Estévez con presencias marginales del peronismo como Olga Ruitort. Todo indicaría que es una lista testimonial para no quedar afuera de la carrera política, y en el caso de Estévez buscar un refugio en la legislatura Provincial ante un escenario sumamente desfavorable a nivel nacional.
Este armado kirchnerista de Creo en Córdoba de todos perdió a un viejo aliado que es el Partido Humanista que decidió ir separado.
Ese tercer lugar seguramente será disputado por Encuentro Vecinal con la representación de Aurelio García Elorrio que mantiene un piso de votos muy cercano a su techo históricamente.
Por el lado de los liberales y la izquierda, ambos espacios tienen filas divididas a su interior, lo que complejiza ese voto que tal vez verían con más interés los indecisos si fuesen espacios sin listas divididas.
Parece demasiado para la oferta electoral en Córdoba dos listas de los liberales y dos listas de la izquierda sin demasiado peso propio ninguna.
Todo parece indicar que el grave problema de la política cordobesa es la falta de conducción, un dato no menor que parece replicarse en el escenario nacional con la diferencia que en ese escenario parece mostrarse como una alternativa al voto indeciso o enojado el emergente libertario con Javier Milei a la cabeza.
La elección de Córdoba estará pegada por horas del cierre de listas nacionales, una apuesta importante para Juan Schiaretti que sueña con aparecer en el plano nacional antes de su jubilación.
Luis Juez, el eterno rival de Juan Schiaretti también parece jugarse su bala de plata fuera y dentro de la alianza Juntos por el Cambio. Mauricio Macri espera y opera una derrota de Luis Juez para negociar puertas adentro de Juntos por el Cambio, esa interna nacional no será ajena a la elección en Córdoba con la qué calentarán motores rumbo a las PASO.
Los nueve de Córdoba por ahora entran en carrera, no parece haber hasta el momento gran entusiasmo en un electorado apático a las internas políticas y que espera respuestas gubernamentales en áreas clave como las salud, la educación y la seguridad pero que por ahora solo obtienen como respuesta spots de campaña y fotos con interminables sonrisas que dan ganas de preguntarles ¿de qué se ríen?.
Córdoba va rumbo a un junio con muchas definiciones.