El único sobreviviente de la Masacre de Flores dio una conferencia de prensa tras la muerte de Fructuoso Álvarez González.
Envuelto en dolor, con lágrimas en sus ojos y un nudo en su garganta que por fin pudo destrabar, Matías Bagnato hizo una fuerte revelación durante la conferencia de prensa posterior a la muerte de Fructuoso Álvarez González, el asesino que mató a toda su familia en la denominada Masacre de Flores.
«Por primera vez puedo contarles algo que nunca hice por miedo. Durante estos años, logré formar una familia. Me preguntaban si lo había logrado y nunca lo dije porque tenía pánico que él me quite esta nueva familia«, reveló ante la prensa.
«Estoy en pareja con Nicolás. Te amo, Nico. Gracias por acompañarme tanto estos años», agregó. Y explicó: «Nunca lo pude compartir por miedo a que este monstruo me los quite como a mis viejos y a mis hermanos. No tienen idea el dolor que era no poder compartir esto que hoy por fin puedo».
Bagnato tiene hoy 45 años. A sus 16, el 17 de febrero de 1994, perdió a toda su familia cuando Álvarez González prendió fuego la casa con todos adentro. Mató a los papás y a los dos hermanos de Matías, además de un amigo de 11 que se había quedado a dormir esa noche.
El asesino, que había sido socio del padre de Bagnato, intentó en varias oportunidades recuperar la libertad, pero sus pedidos fueron negados por la Justicia. Estaba condenado a prisión perpetua y falleció este domingo a los 63 años en el penal de Ezeiza a causa de una infección.
Decía que Álvarez González «había sido operado de la cadera, que le habían puesto una prótesis y que cuando lo mandaron al penal a se puso materia fecal en la herida para obtener la libertad».
«Transito todo esto con un cansancio que es difícil poner en palabras. Fueron 30 años en los cuales mi mayor motor fue mi abuela. Desde que no está ella me cuesta mucho seguir adelante», expresó quebrado en llanto.
Y volvió a referirse al padecimiento por los vaivenes de la Justicia que, de vez en cuando, amagaba con revisar algún beneficio pedido por el asesino.
«Enfrentar cada seis meses los pedidos de libertad continuos, no poder salir a la calle y vivir con custodia las 24 horas… Pasaba cada seis meses a estar detenido yo«, lamentó.
Hoy se apoya mucho en su nueva familia para poder seguir adelante. «Nico perdió a sus papás. Quedó solo con sus dos hermanos. Uno de ellos se llama Sebi, tiene Síndrome de Down. Hoy mi familia son ellos dos y me hacen muy feliz«.
Cómo fue la Masacre de Flores
Ocurrió el 17 de febrero de 1994 cuando se originó un incendio en una casa de la calle Baldomero Fernández Moreno y Pumacahua, en el barrio de Flores, y murieron José Bagnato (42); su esposa Alicia Plaza (40); sus hijos Fernando (14) y Alejandro (9) y Nicolás Borda (11), un amigo del menor de ellos que esa noche se había quedado a dormir.
Los investigadores determinaron que el incendio había sido originado de manera intencional por Álvarez González, ex socio de José Bagnato, quien arrojó dos bidones con combustible y encendió el fuego.
Matías hoy forma parte del Observatorio de Víctimas de Delitos junto a familiares de otras víctimas de casos de violencia, entre ellos de Ángeles Rawson, de la tragedia de Once y de Cromañón.
Gracias al impulso del observatorio, fue sancionada la Ley 27.372 de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos, mediante la cual se creó el Centro Nacional de Asistencia a las Víctimas de Delitos para asistir y asesorar tanto a familiares como a víctimas de hechos de violencia.