Francia vivió un 1° de mayo violento, con nuevas protestas masivas contra la reforma de las pensiones aprobada por decreto por el gobierno de Emmanuel Macron. Algunas manifestaciones por el Día del Trabajador degeneraron en disturbios y choques con las fuerzas de seguridad, en especial en París, Lyon, Nantes, Toulouse y Besançon.
«Es un gran 1° de mayo. No es el final de la lucha, es la protesta del mundo del trabajo contra esta reforma», subrayó el líder del sindicato CFDT, Laurent Berger, al inicio de la manifestación en París.
Un total de 108 agentes de las fuerzas del orden resultaron heridos, uno de ellos con quemaduras graves. La policía arrestó a 291 personas, informó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, citado por EFE.
Las movilizaciones y enfrentamientos no ceden en el país desde que Macron impulsó su reforma que retrasó la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y que entrará en vigencia en septiembre.