Una desesperante situación que pudo terminar en tragedia sucedió alrededor de las 11.20 de ayer, en pleno microcentro capitalino. Una menor de dos años tragó accidentalmente un pequeño elemento que obstaculizó sus vías respiratorias y llegó a perder la conciencia.

Durante algunos minutos que parecieron una eternidad, se pensó lo peor; sin embargo, el veloz y eficaz trabajo de efectivos policiales evitó que sucediera una terrible desgracia.

Antes del mediodía de la víspera, personal de Unidad Ciclística Policial fue alertado sobre una mujer que solicitaba auxilio en inmediaciones de una galería de avenida Belgrano entre Pellegrini y Salta.

De inmediato, los uniformados se dirigieron al lugar y, al llegar, observaron que la criatura no respondía a ningún estímulo. Se había ahogado y la falta de oxígeno fue casi fatal para ella. 

Los bicipolicías le practicaron maniobras de RCP, hasta que la niña reaccionó.

Entonces, entraron en acción sus pares de Unidad Táctica Motorizada, que trasladaron a la víctima hacia el Cepsi.

En el trayecto continuaron con las maniobras y lograron que expulsara el objeto que le impedía respirar. Fue por ello que al salir de la sala de urgencias, una vez que la niña estuvo fuera de peligro, el personal de salud felicitó al cabo primero Pablo Figueroa y los agentes Franco Agüero y Agusto Albarracín, de la UCP; y al cabo Nicolás Carabajal y al agente Leandro Arce, de UTM.

Luego arribó al nosocomio la madre de la niña, una menor de 17 años, de apellido Paniagua y residente en el capitalino barrio 8 de Abril, quien también se deshizo en palabras de agradecimiento para aquellos que intervinieron y salvaron la vida de su hija. Una heroica acción de los uniformados santiagueños, digna de destacar.

La Policía capacita constantemente a todo su personal, lo que en numerosas ocasiones permite salvar vidas, tal como sucedió ayer.