Un médico que trabajó en establecimientos públicos y privados quedó detenido con prisión preventiva tras haber sido denunciado por abuso sexual. Dos de los pacientes que atendió aseguraron haber sido tocados en sus partes íntimas por el sospechoso, que habría utilizado el mismo modus operandi.

La primera denuncia tuvo lugar hace un año y medio por un joven de 21 años que acudió al hospital Lagomaggiore ya que padecía dolor de garganta. En ese nosocomio fue atendido por un médico de guardia que comenzó a examinarlo el 3 de noviembre de 2021. Según el relato de la víctima, el galeno lo hizo sentar en la camilla, le pidió que se desvistiera, comenzó a masajearlo en distintas partes del cuerpo hasta llegar a sus partes íntimas.

Se inició una causa donde el médico en cuestión fue identificado como Ricardo Jesús Contigliani (66). Si bien costó dar con su paradero, finalmente los investigadores judiciales lograron dar con su paradero pero no fue acusado formalmente ya que no había pruebas suficientes. El médico solamente aportó una declaración informativa -paso intermedio entre ser testigo e imputado en una causa judicial-.

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Pasó el tiempo hasta el pasado 8 de marzo, cuando el hombre volvió a ser acusado por un abuso sexual similar. En este caso ocurrió en el centro médico CERPOL (Centro de Retirados de la Policía de Mendoza), ubicado sobre calle San Martín cerca del límite entre Godoy Cruz y Ciudad, donde ejercía como especialista en cardiología. Ese día, en horas de la siesta, atendió a un menor de 17 años que debía realizarse un electrocardiograma para obtener un apto físico, según detallaron fuentes judiciales.

La imputación sostiene que, de la misma manera, Contigliani comenzó a masajearlo en distintas partes del cuerpo hasta llegar a sus partes íntimas, mientras le preguntaba si había algo que le doliera. La víctima le contestó en reiteradas oportunidades que no y que se quería ir del lugar. La situación se extendió durante varios minutos a tal punto que la abuela del adolescente, que lo había acompañado, comenzó a tocar la puerta del consultorio y preguntar si estaba todo en orden.

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Apenas salió del lugar, el joven paciente se mostró retraído y comenzó a intercambiar mensajes de Whastapp donde le contó lo sucedido a su madre, una agente penitenciaría -las capturas de los chats fueron incorporadas en la causa-. Según declaró la mujer, cuando se encontraron en el domicilio ahondó en detalles y decidió realizar la denuncia penal.

El fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, Darío Nora, ordenó la detención de Ricardo Contigliani en los primeros días de abril y lo imputó por abuso sexual gravemente ultrajante -de 4 a 10 años de cárcel-. Pero al notar que el hecho tenía características similares a la denuncia de 2021, decidió reflotar ese viejo expediente y también lo formalizó por abuso sexual simple -de 6 meses a 4 años de prisión-.

Mientras el investigador judicial espera una prueba clave que será la declaración del menor de 17 años en cámara Gesell, solicitó la prisión preventiva. En los últimos días la jueza Marina Martín le dio la derecha a la Fiscalía y ordenó que el cardiólogo continúe alojado en la penitenciaría mientras avanzan las investigaciones en su contra.

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