El riesgo país perforó los 700 puntos básicos y se ubica en 678, pero para el economista Santiago Casas, esto no garantiza la llegada de inversiones si no se consolida el rumbo político.
En diálogo con Canal E, el entrevistado mencionó que, “el riesgo país viene bajando por el éxito del Gobierno en mantener el superávit fiscal, en ordenar las cuentas públicas y en dar previsión cambiario”, al ser consultado sobre el reciente descenso del índice a 678 puntos.
Casas recordó que el país ya había mostrado cifras alentadoras a principios de año: “El riesgo país supo tocar los 500 y pico de puntos básicos incluso antes de la salida del cepo”. Según explicó, la liberalización cambiaria fue un paso importante para estabilizar las expectativas del mercado.
La incertidumbre política: el principal obstáculo
Pese a los avances macroeconómicos, el economista fue categórico: “Todavía no se vislumbra un horizonte perfectamente claro de qué va a pasar con Argentina en uno o dos años”.
Casas afirmó que el riesgo país continúa alto, en comparación con países de desempeño similar: “Tenemos superávit fiscal primario, y otros países con déficit tienen un riesgo país más bajo”. A su entender, la razón de esta paradoja es política: “La mayor vulnerabilidad de Argentina es que no se sostengan las reformas en el tiempo”.
Inversores aún cautelosos
Consultado sobre las inversiones externas, Casas explicó que la baja actual del riesgo país no es suficiente: “Un inversor institucional se coloca en un bono por más plazo, no por seis o siete meses”.
Eso implica que los fondos internacionales aún no perciben estabilidad a mediano o largo plazo, lo que limita la posibilidad de que la cuenta capital reactive el crecimiento económico.
Salida del cepo: una transición en curso
Respecto a la salida del cepo, el economista aclaró que “más que una salida, fue una liberalización cambiaria”. Si bien valoró este avance, remarcó que todavía quedan restricciones: “Quedan las famosas utilidades retenidas de las empresas, que ahora se van a cubrir con un BOP real”.
A futuro, proyectó que estas limitaciones se levantarán, aunque no precisó plazos: “El cómo es muy simple: se aplica la misma regla para las personas físicas, como en todos los países del mundo”.
Prioridades del Gobierno: regulación, déficit y previsibilidad
En cuanto al próximo foco del Gobierno, Casas subrayó la importancia de seguir reduciendo el “costo argentino” para fortalecer al sector privado: “Todo lo que hace Turcenean en materia de regulación es clave”, enfatizó.
Además, consideró esencial continuar el sendero fiscal: “Seguir con el ajuste fiscal lo máximo posible y eventualmente bajar impuestos”, especialmente en un año electoral.
Riesgos globales y vulnerabilidad externa
Finalmente, el economista recordó que la economía local sigue siendo vulnerable a shocks internacionales: “Argentina se comporta como una emergente y sufre más de lo que sufren las potencias establecidas”, dijo, en referencia a la incertidumbre global que rodea al comercio y la política internacional.