Justo cuando ya había bajado el sol, alrededor de las 19.30 del último jueves de abril, cinco asaltantes ingresaron por los fondos de la carbonería Lumanara, ubicada en el kilómetro 13 de la ruta provincial 193, en Zárate. Atravesaron un campo, y fueron directo a la casa principal con un objetivo claro: robar el dinero. Pero en el golpe terminaron matando a un empleado y luego a un policía en un tiroteo.
A una semana del asalto que tuvo como víctimas a Luciano Padrón (22) y el policía Osvaldo Osmar Cantero (25), solo hay un detenido: el agente de la Bonaerense Dino Nicolás Meneses (29).
Por la detención de Meneses, la primera sospecha apuntó a una banda integrada por policías. Pero aun no está confirmada la participación del detenido ni si hubo otros agentes involucrados. Tanto las fuentes policiales como judiciales consultadas por Clarín dicen no tener información sobre los demás sospechosos. El caso es investigado por la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) N° 7 de Zárate Campana, a cargo de Andrea Palacios.
Cuando lo detuvieron estaba en una estación de servicio YPF ubicada en Avenida Gallesio y Pinto, en Zárate, a seis cuadras de la estación de tren y de la terminal de ómnibus. A Meneses lo indagaron, dijo ser «inocente» y que cuando ocurrió el asalto «cenaba» junto a su familia. Está imputado como coautor de «homicidio criminis causa».
Antes de su captura, los investigadores encontraron un arma que habría sido la utilizada en el asalto y doble crimen y que fue descartada a pocos metros de la carbonera.
La otra pista que aun no pudo ser resuelta es la del entregador. Si el asalto fue un «golpe comando», como dijo Ramiro, hijo del dueño de la carbonera, o un asalto al voleo. El joven, que trabaja en el lugar, afirmó que para poder llegar hasta la casa, donde maniataron a su familia, los ladrones debieron hacer «cierta inteligencia».
De allí surge la hipótesis del entregador, que hasta ahora no pudo ser identificado.
A Padrón lo mataron los asaltantes dentro del predio. A Cantero en el tiroteo con la Policía. En medio de la balacera resultó herido un compañero de Cantero, Ezequiel Romelio.
El agente fue herido de un disparo en la pierna derecha, por eso, está internado en el Sanatorio Bernal, ubicado en la localidad homónima. Desde el hospital declaró ante la fiscal del caso Andrea Palacios.
«Exonerarlo, cesantearlo, suspenderlo por X días o sobreseerlo será la conclusión del sumario», explican fuentes policiales. Pero, ¿cuándo se resolverá el sumario? Dependerá de la complejidad. Al igual que la UFI, Asuntos Internos de la Bonaerense recolecta pruebas, testimonios y la investigación judicial influye en la decisión que tomen, aunque no la define.
El caso
El doble crimen ocurrió el jueves 27 de abril alrededor de las 19.30 cuando cinco ladrones ingresaron al predio de la carbonería, cruzaron un campo hasta que sorprendieron a los integrantes de la familia en la casa principal.
La alerta de lo que sucedida la dio la hija del dueño quien subió por las escaleras de la casa y le avisó a su papá que habían entrado a robar por los gritos que escuchó. Luego saltó por un balcón y fue hasta la vivienda de los empleados.
Desde ahí salió el primer llamado al 911. Tras ello, un patrullero fue para la carbonería mientras que los peones salieron al predio a ver qué ocurría. Se cruzaron con uno de los delincuentes que estaba armado.
Los ladrones trasladaron a dos empleados que quedaban a la casa principal. A uno lo maniataron y el otro, como se resistió, recibió un culatazo que le produjo un corte en el cuero cabelludo. En ese momento, Padrón recibió un balazo que le causó la muerte casi en el acto.
Los delincuentes se llevaron una importante suma de dinero e intentaron escapar, pero terminaron tiroteándose con los policías que llegaron por el llamado al 911. Fueron cerca de 50 disparos.
MG