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Cayó «La Gringa» narco: una historia de traiciones, torturas con una amoladora, un mensaje mafioso tatuado en una nalga y un soldadito soplón

“Sabía que ustedes me iban a encontrar. No me peguen que estoy embarazada”. Con su sangre fría y una panza de seis meses, La Gringa se entregó mansa ante los oficiales del GEOF que acababan de meterse en la casilla donde estaba escondida. Tenía la certeza de que la estaban buscando y que tenía los días contados. Meses antes habían detenido a los cinco integrantes de su banda. Hoy le tocaba a ella.

Elizabeth Marlene de los Ángeles Llanos Morales, con tan solo 26 años, era la cabeza de una banda narco criminal que operaba en la zona oeste del conurbano bonaerense. Había tenido un despliegue territorial con varias bocas en las que vendía droga haciendo narcomendueo. Por una de ellas, sin embargo, terminó cayendo.

La historia comienza con un problema dentro de la banda, cuando «La Gringa» comenzó a desconfiar de uno de los soldaditos, un chico de 25 años que vendía el producto en una de las casillas. Es que ella estaba segura que le había mexicaneado algo de droga, entonces comenzó a perseguirlo y hostigarlo para que confiese. Sin embargo, el soldadito siempre lo negaba.

Hasta que en febrero de este año lo citó en su casa de San Miguel, presuntamente para hacer las paces. El soldadito creyó el cuento y fue a arreglar los tantos con su jefa.

Era una emboscada.

Una vez dentro de la casa, el soldadito se dio cuenta que su ex jefa no estaba sola ya que fue sorprendido por otros dos tipos que lo empezaron a golpear, lo maniataron, y lo interrogaron durante horas para que les diga donde estaba la droga que se había robado.

Como los dos interrogadores no conseguían la respuesta que querían, se lo llevaron secuestrado a un bunker en la localidad de Moreno, donde siguieron torturándolo. Para darle un ultimátum, empezaron a cortarle un dedo con un alicate. Al ver que no se desprendía, redoblaron la apuesta. Sacaron una amoladora y le cortaron el meñique.

El soldadito terminó con un dedo menos tras las torturas de la banda de El soldadito terminó con un dedo menos tras las torturas de la banda de «La Gringa».La víctima se desmayó por el dolor. Cuando se despertó y recuperó el conocimiento, empezaron a pegarle con armas largas hasta sacarle parte de los dientes.

Tres días duró la tortura en el búnker narco del horror de Moreno. Cuando ya se cansaron, le bajaron el pantalón y le tatuaron las nalgas. Primero le hicieron el dibujo de un pene y luego le escribieron «NO ROBES MÁS». Al final lo tiraron en una salita de la zona.

Furioso por la situación, el ex soldadito decidió vengarse de «La Gringa» y fue a contar todo ante la policía bonaerense. Entró al programa de testigos reservados.

La investigación recayó en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 4 del Departamento Judicial Moreno – General Rodríguez, a cargo del Dr. Federico Soñora, quien solicitó la intervención de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina.

Los detectives de la División Homicidios comenzaron a seguir las pistas del arrepentido y armaron el esquema de cómo funcionaba la banda, junto a los puntos en los que vendía la droga. En marzo se ordenó una serie de allanamientos, donde detuvieron a cinco miembros de la banda.

En el operativo encontraron dos pistolas con pedido de secuestro, una marca Astra A-75 calibre 9x19mm, y otra Ballester Molina calibre 11.25, municiones, aproximadamente 1kg de marihuana y 1kg de cocaína fraccionados, dinero en efectivo, teléfonos celulares y, de yapa, la máquina con que tatuaron a la víctima. «La Gringa» no estaba.

«En marzo cuando hubo allanamientos y no la pudieron encontrar desapareció. Se escondió. No usaba redes sociales, cambiaba los números de teléfono. Era temida solo porque era una de las lideres de la banda», comentaron a Clarín fuentes oficiales.

Pero la investigación siguió durante este tiemo, donde La Gringa cambiaba de casa todos los meses. Finalmente consiguieron un dato: estaba escondida en una precaria casa en el barrio Unión Néstor Kirchner de José C. Paz. Como ya tenía un embarazo de seis meses, creen que «se durmió» y por eso no siguió con sus mudanzas continuas.

Con ese dato se hizo un nuevo allanamiento, en donde el grupo GEOF ahora sí encontró a «La Gringa», embarazada y escondida.

Hoy está detenida y deberá declarar en la UFI N°4 de Moreno. Tiene antecedentes delictuales graves por comercialización de estupefacientes y tenencia ilegal de armas de guerra.

Por su parte, el soldadito soplón también terminó detenido, pero por otra causa. Si bien se encuentra dentro del programa de testigos de identidad reservada, tenía una causa por violencia de género y violó la restricción perimetral que le había puesto su pareja.

El mensaje de Bullrich: «Líder narco, adentro»

Luego de la detención, este viernes la ministra de Seguridad Patricia Bullrich celebró la detención con un mensaje en su cuenta de X»

«Líder narco, ¡Adentro! “La Gringa”, conocida jefa de una banda narco, fue detenida por la PFA tras meses de estar prófuga. Atrapamos a la que faltaba. Ahora, todos presos. Las hacen, las pagan», escribió la ministra

LIDER NARCO, ¡ADENTRO!

“La Gringa”, conocida jefa de una banda narco, fue detenida por la PFA tras meses de estar prófuga. Todo comenzó en febrero cuando, junto a sus cómplices, detenidos meses atrás, secuestró y torturó a un hombre en una casa en San Miguel, acusándolo de… pic.twitter.com/waWxL7E9I2

— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) September 6, 2024 El posteo vino acompañado de un video en el cual mostraban el momento del traslado de «La Gringa», junto al botín de armas y drogas que le encontraron.