Limitando la compra de dólares a los mayoristas, el gobierno intenta ahora contener el precio de la divisa, que en el último mes acumula una suba de 21%, lo que trastoca, una vez más, toda la estructura de precios de la economía.
La nueva medida, difundida en el fin de semana largo, prohibió la compra de dólares en la bolsa con pesos obtenidos de una caución de bonos.
Así busca contener la demanda de divisas de los compradores mayoristas que se apalancaban comprando dólar Mep (Bolsa) o contado con liquidación y favoreciendo la suba de los precios.
En el primer día de operaciones, el resultado de la medida fue un empate: bajó el dólar Mep -1,7% para cerrar en $428, pero el contado con liquidación subió 1,60% para terminar en $460 y el blue siguió de largo hasta $474.
Fue la primera jornada en el intento de contener los dólares libres y achicar la brecha con el mayorista, que terminó en 104%, un nivel elevado a pesar de que el Banco Central acelera el ritmo de aumento del oficial en una carrera que viene perdiendo frente a la inflación.
Tratar de contener el precio es parte del abanico de medidas que intenta el ministro Sergio Massa (su posible candidatura presidencial está en juego) en una carrera intensa para conseguir dólares.
Las reservas netas del Banco Central están por debajo de los US$ 1.000 millones, y el mercado saca cuentas después de varias jornadas en que la rueda cambiaria termina con saldo negativo.
En el primer día de operaciones de mayo, el Central tuvo que vender otros US$133 millones en un contexto en el que las expectativas de cobertura se van consolidando.
El volumen de las operaciones de dólar futuro aumentó unos US$ 2.000 millones el mes pasado, alcanzando, según la Fundación Capital, a US$ 4.979 contra los US$ 2.973 millones en promedio en el primer trimestre.
Más operaciones para cerrar un precio del dólar en el futuro y una suba de 10 puntos de la tasa de referencia (pasó a 91% anual, 7,5% mensual) que apunta a quedar rezagada frente al dato de inflación que se conocerá el 12 de mayo y podría rozar el 8%.
Frente a ese escenario, el tema clave en los próximos días es cómo evoluciona la búsqueda de US$ 10.000 millones por parte de Sergio Massa.
La negociación por el adelantamiento de US$ 10.000 millones del Fondo Monetario parece haberse enfriado en los últimos días, a pesar de que el organismo no le estaría reclamando una devaluación adicional a la que viene realizando el Central, pero sí el cumplimiento de la meta fiscal que establece que el déficit baje este año a 1,9% del PBI.
Si bien el acuerdo entre Cristina Kirchner y Sergio Massa lleva adelante una importante licuación del gasto público vía una inflación de 100% que reduce el poder de compra de las jubilaciones y los salarios, la meta del déficit aparece comprometida.
Un informe de Quantum, la consultora de Daniel Marx, sostiene que la sequía afectará la oferta de divisas a pesar del dólar agro de $300 (hasta ahora de escaso resultado) y también la recaudación.
Y también espera posibles aumentos del gasto asociados a la «moratoria previsional y al ciclo electoral, que podrán ser compensados por menores importaciones de energía y reducciones de subsidios». Pero cumplir con el déficit primario de 1,9% del PBI será un desafío.
Por eso en el equipo económico avanzaron con la posibilidad de utilizar el equivalente a US$ 5.000 millones del swap de China para pagar importaciones de ese país, especialmente productos electrónicos, químicos y fertilizantes.
La apuesta a ahorrar dólares para cubrir importaciones continúa con las negociaciones con Brasil por los pagos de partes y unidades terminadas de la industria automotriz.
Pero no sólo el pago de importaciones está en juego en la negociación. El gobierno aspira a que el presidente brasileño, Luiz Inacio «Lula» Da Silva articule un préstamo de los BRICS en lo que implicaría una jugada geopolítica sensible.
Argentina está cerca de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y la búsqueda de los US$10.000 millones es toda una tentación.
Pero Estados Unidos, el principal accionista del FMI, también está atento.
Juan Gonzalez, asesor del presidente Joe Biden para América Latina, formuló una advertencia respecto de «la influencia de China sobre los minerales críticos».
Gonzalez sostuvo que China no sólo está «haciendo una minería de recursos, sino forjando cooperación con Chile, Argentina y Bolivia».
El gobierno aparece necesitado de US$ 10.000 millones en su intento de llegar a las elecciones de fin de año con cierta estabilidad cambiaria. En medio de la disputa geopolítica entre Estados Unidos y China, aspira a conseguir financiamiento de donde sea.
¿Cuáles serán las garantías que se negocian en uno y otro caso para conseguir dólares prestados en un mundo con menos financiamiento y alta incertidumbre?