Soplaba el viento blanco con toda su bravura. El polvillo de la nieve desperdigado por el aire formaba una cortina clara que dificultaba la visión. Bajo estas condiciones extremas, con temperaturas de diez grados bajo cero, una familia de 4 integrantes quedó atrapada dentro de su vehículo durante 22 horas.
Yamil, su mujer y los dos hijos menores del matrimonio transitaban a bordo de una Toyota Hilux 4×4, de color negro, por el tramo Litrán-Primeros Pinos de la Ruta 13 rumbo a Senillosa, la ciudad donde habita la familia.
Cruzaron la barrera baja (porque la ruta estaba marcada por las huellas que habían dejado hace pocos minutos dos camionetas preparadas para hacer travesía. Entonces, confiados intentaron seguirlas) para continuar con el viaje de unos casi 290 km., pero el vehículo se encalló en un bardón de nieve. Fue la altura de un sector conocido como La Atravesada y no pudieron continuar con el recorrido.
Aunque la camioneta tenía bastante combustible como para continuar el periplo, no contaban con una pala que los ayudara a quitar la nieve del camino. Ante la desesperación, cada vez que el viento les daba una tregua, abandonaban sus asientos para intentar sacar con las manos la cantidad de nieve acumulada en el capot, debajo y a los costados de un vehículo encallado. Los dedos de todos terminaron lastimados por el frío de la faena.
Noche baja temperaturas extremas
Cuando llegó la oscuridad, los temores se multiplicaron. La incertidumbre de cuándo podrían ser auxiliados y el miedo a quedarse sin combustible se apoderaron de la familia. Pero la decisión fue dejar la camioneta en marcha. Contaban con comida. Yamil consiguió dormir de a ratos, pero su mujer no consiguió conciliar el sueño.
Encallados en la nieve por temporal.“Allá viene un auto a buscarnos”, gritó la mujer de Yamil al observar un destello de luz. Se bajaron para correr en busca de ayuda, pero solo se trataba de una visión. Eran los primeros rayos del sol que empezaban a asomarse por el este. El mismo susto los llevaba a ilusionarse con el rescate.
Yamil guardó en sus bolsillos los celulares del grupo familiar, abandonó el volante y caminó hasta donde pudo para buscar señal y dar aviso. Pero la odisea se frustró a los 20 metros. La violencia del viento que le quemaba la cara lo obligó a emprender la vuelta. También intentó subir a un cerro con la intención de hacer funcionar alguno de los teléfonos, pero tampoco tuvo éxito.
El rescate
“El incidente fue el lunes cerca de las 14, pero el aviso por parte de Bomberos de Villa Pehuenia lo recibimos al mediodía del martes porque teníamos un temporal de viento blanco que dificultaba el trabajo en ese sector. De inmediato, preparamos los equipos para salir a rescatarlos”, le cuenta a Clarín Adrián Suarez, maquinista de Vialidad Provincial del Campamento de Primeros Pinos, quien junto a Mauro Clause (uno a bordo de una cargadora y el otro a bordo de una moto niveladora) lograron llegar hasta el vehículo para auxiliar en primera persona a la familia.
Y continúa con su relato: “En algunos sectores se acumulan entre cuarenta y cincuenta centímetros de nieve. Tardamos una hora en llegar a la zona en cuestión donde nos encontramos con la familia. Todos los integrantes estaban en buenas condiciones de salud, aunque un poco asustados. La nieve estaba pegada con el hielo que se había acumulado con el viento. Escoltamos la camioneta hasta el Campamento donde revisamos que el vehículo no tuviera ninguna falla. Allí, les ofrecimos café y algo para comer”.
El operativo de rescate también incluyó a personal de Bomberos Voluntarios, Defensa Civil de la Municipalidad, la policía de la Comisaría N 47 y el Plan Provincial del Manejo del Fuego. Los familiares denunciaron la desaparición a la Central N 20 de Bomberos de Villa Pehuenia.
Ante este tipo de adversidades, desde Vialidad siempre recomiendan no bajarse de los vehículos porque el viento blanco es peligroso y uno puede perderse al caminar bajo esta condición climática, informarse sobre el estado de las rutas y condiciones climáticas y avisarle a algún familiar sobre el viaje para que pueda dar aviso en caso de que no se llegue a destino.
La vuelta a casa fue calma. La familia se contactó con Vialidad para informarles de su llegada y fue recibida por sus allegados que los esperaban con ansias. Para volver como Julio César al paso del Rubicón o como Odiseo a su Ítaca natal basta con parafrasear la sentencia de Malva Tahan, anche questo passerá.
Una zona compleja por el clima
En la zona de El Atravesado, un tramo de aproximadamente quinientos metros, se forman bardones de nieve de hasta cinco metros de altura. En ese lugar se siente más el viento y la acumulación de nieve porque presenta cerros en ambos costados de la ruta. “Es uno de los puntos donde más se concentra la nieve. Es la parte más alta que tenemos en el tramo de Primeros Pinos hasta Litrán”, señala Suarez, ante la consulta de Clarín.
Hace dos meses, en una dramática operación nocturna, bomberos voluntarios de Villa Pehuenia y Moquehue habían rescatado de la nieve a una familia de Rosario que quedó atrapada en la Ruta 13 debido a las intensas nevadas, entre Primeros Pinos y Villa Pehuenia.
Los protagonistas, que viajaban en una camioneta Toyota, quedaron varados en un sector conocido como La Anónima, con tres niños y dos adultos a bordo. En un acto arriesgado, la madre decidió bajar y caminar por la ruta en busca de ayuda. Afortunadamente, un vecino de Moquehue que transitaba por la misma ruta encontró a la mujer y la llevó de regreso a Villa Pehuenia. Desde allí, se contactó a los bomberos, quienes, junto con Defensa Civil y Vialidad, organizaron un operativo de rescate.
PS