Los economistas estiman que las reservas ya están en terreno negativo y advierten que el margen de maniobra se redujo.
En un escenario de fragilidad cambiaria y escasez de dólares, el Gobierno afrontará este jueves el pago de Us$ 700 millones al FMI. Se trata de un vencimiento de intereses que estaba previsto para el lunes 1 de mayo y que finalmente se concretará en las próximas horas, según confirmaron fuentes oficiales. De esa forma, la deuda sumará una presión extra a las reservas.
Varias consultoras alertan que las reservas netas ya se encuentran en terreno negativo. Esto es el stock disponible de divisas que monitorea el Fondo, sin contar el swap con China y el banco de Basilea, los encajes de depósitos en dólares y otros pasivos del Banco Central. Y con un nivel exiguo de recursos, es menor el margen de maniobra para contener el dólar.
«Hoy las reservas netas son negativas y serán más negativas con el pago de intereses al FMI. Esto, si persiste y no se revierte la tendencia de venta por parte del BCRA, puede provocar mayor incertidumbre y que el proceso de dolarización (que logró ser calmado la semana pasada) vuelva a tomar impulso, junto con un efecto negativo en la brecha y precios», dijo Sebastián Menescaldi, director adjunto de EcoGo.
Después de una batería de medidas, los dólares se calmaron en los últimos días. Pero el Banco Central sigue perdiendo reservas. Este jueves vendió US$ 125 millones en el mercado de cambios y en el año acumula ventas por US$ 3.171 millones, según datos de Salvador Vitelli. Por otra parte, también destinó dólares para los pagos al FMI, bonistas privados y la recompra de deuda.
Esta situación, agravada por la dura sequía y el descontrol de la inflación, fue el telón de fondo de la corrida cambiaria que la semana pasada catapultó el blue a cerca de $ 500 y aceleró la búsqueda de fondos frescos. En las últimas horas, el Ministerio de Economía confirmó que EE.UU apoyaría un adelanto de desembolsos del FMI. También hay negociaciones con Brasil y China.
Mientras Cristina Kirchner culpa al Fondo por el deterioro de la economía, el Gobierno avanzó en una fuerte suba de tasas, la aceleración del dólar oficial y el incremento en las tarifas de hasta el 500%. Todas medidas en línea con los deseos del organismo. Así todo, en despachos oficiales hay caras de preocupación por los magros resultados del dólar soja.
«No queda mucha alternativa, si el dólar soja sigue sin generar un ingreso sustancial de divisas y no se consigue una fuente alternativa (desembolso del FMI, financiamiento de Brasil, etc) y el BCRA sigue vendiendo divisas, van a tener que apretar más el cepo (por ejemplo, importaciones) o soltar el tipo de cambio oficial, la última alternativa», dijo Pedro Martínez, economista de PxQ.
En ese marco, la brecha cambiaria aparece como uno de los principales obstáculos para acumular divisas y estabilizar el dólar. Según un informe de la Fundación Capital, se ubicó en un 65% promedio en 2020, 82% en 2021 y 98% en 2022, Hoy, arriba del 100%, hace que los sojeros no vendan granos a $ 300 -un valor cada vez más cercano al mayorista de $ 225- y que los importadores se tiren de cabeza.
«En 2022, acumulaste más de Us$ 5.000 millones por el desembolso neto del FMI y conseguiste US$ 10.000 millones del dólar soja. Ya te dabas cuenta que el atraso cambiario acumulado y la brecha muy alta no generaban condiciones para acumular. Y en 2023 tuviste una caída de reservas de US$ 9.000 millones, la tendencia es a cero», dijo Carlos Pérez, director de la Fundación Capital.
En tanto, el director de Analytica, Claudio Caprarulo, cree que el BCRA puede maniobrar con reservas negativas «frenando algunos pagos, acelerando desembolsos de organismos». Pero «si sigue perdiendo reservas termina en una devaluación, el punto de quiebre es la brecha, si se vuelven a disparar los paralelos te vas a ver forzado a devaluar, empujado por el mercado», advirtió.