«Un día como hoy estábamos patrullando juntos, mi amigo. Tres años estuvimos haciendo lo que más nos apasionaba y hoy me toca despedirte con un gran dolor en el alma y de la peor manera«, publicó en Facebook un amigo de Fernando Javier Alvez (44), el sargento de la Bonaerense que fue asesinado de un disparo en medio de un control vehicular.
Alvez cumplía funciones en la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de Esteban Echeverría, al sur del Gran Buenos Aires. Este lunes 1° de mayo estaba con su compañera en un recorrido, «buscando algo para comer», según declaró, cuando detectaron un vehículo «sospechoso».
El sargento estaba al volante de la camioneta. Un Volkswagen Vento gris con el capot «viejo y la patente nueva» llamó su atención y los policías decidieron pedirle la documentación. Iban por Ruta 4, más conocida como Camino de Cintura, a la altura de avenida Olimpo, en Esteban Echeverría. Eran las 14.36 cuando las cámaras de seguridad de una estación de servicio ubicada enfrente registraron la escena.
Alvez caminó unos pasos, se alejó del patrullero y les pidió los papeles del auto. No está claro todavía pero, en principio, presumen que había al menos dos hombres adentro. Uno de ellos se agachó simulando que buscaba la documentación, pero agarró un arma y le disparó al agente sin darle tiempo a nada. Fue en la localidad de 9 de Abril.
Lo derivaron de urgencia al Hospital del Bicentenario, en estado crítico, pero murió en la sala de operaciones.
«Sé que pronto nos volveremos a encontrar, te quiero mucho, mi amigo, compañero y camarada Q.E.P.D y saludo uno al cielo, sargento Javier Alvez, te despido con bronca y dolor porque con vos tenía que estar hoy para apoyarte y sé que las cosas quizás hubieran sido de otra manera y ese es mi gran dolor. Te quiero amigo, nos vemos pronto«, posteó su compañero Fabián en las redes sociales.
Otro policía, Oscar, también eligió replicar fotos de la víctima para recordarlo: «Qué noticia tan triste para mí y tus compañeros, saber que te arrebataron la vida, cumpliendo con tu deber de policía. (…) Esos cobardes que te dispararon sin mediar palabra y huyeron como ratas. Sé y conozco de tu enorme vocación por vestir ese uniforme. Estando en la academia, vos como cadete, compartimos muchos momentos. (…) un policía enérgico, siempre lo fuiste, con muchas convicciones, compromiso y valentía«, escribió.
Por el crimen señalaron a un ciudadano chileno con dos pedidos de captura vigentes, uno de ellos por violencia de género.
Fue por un documento de identidad que encontraron en el suelo. Durante la noche del lunes lo capturaron tras una serie de allanamientos y quedó detenido pero por la otra causa en la que estaba involucrado. Para este martes ya estaba descartada su participación en el crimen.
Los investigadores -por su parte- sospechan que, para evitar ser detenido, el asesino disparó con la intención de evadir el control. Fuentes judiciales confirmaron a Clarín que, según relató la compañera de Alvez, antes de disparar el asesino dijo: «¿Qué haces boludo? ¿No te acordás de mí?». El policía, desconcertado, le insistió: «No sé quién sos. Dame los papeles».
Fue en ese momento que el asesino se inclinó hacia la guantera pero, en vez de sacar la documentación, le tiró.
La investigación quedó a cargo del fiscal Jorge Grieco, de la fiscalía N° 8 de Lomas de Zamora, que pidió una serie de allanamientos de urgencia para dar con el sospechoso.
El área de Homicidios de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora está al frente del caso.
Alvez, confirmaron a Clarín, había llegado a desenfundar su arma por lo que no descartan que haya podido herir a su agresor.
«Murió por amor a su trabajo»
El policía vivía en Monte Grande junto a su familia. Su mamá era de Misiones, donde tiene cuatro hermanos de parte de su padre. El hombre estaba separado de la mamá de sus dos hijos, pero había formado una nueva pareja.
«Se murió por amor a su trabajo. Amaba lo que hacía, vivía por sus dos hijos. Mi mamá vive en Posadas, Misiones, nosotros somos cuatro hermanos. Era un amor de persona, súper alegre con todos, nunca tuvo problemas con nadie», dijo a Clarín Lorena, una de sus hermanas.
El papá de Alvez padece una enfermedad y necesita un trasplante para su recuperación. El mismo día del crimen de su hijo recibió la noticia de que habían conocido un donante para la cirugía. «Hablé con él, me preguntó cómo iba todo y me dijo que lo iba a llamar a mi papá. Fue unas horas antes de que pasara esta tragedia», sostuvo la mujer.
«Siempre lo recordaré así: alegre y súper humano con todos. Lastimosamente estos delincuentes terminaron con la vida de él, que tenía todo por delante», cerró Lorena.
EMJ/MG