«Todos lo estábamos buscando desesperados. No tengo nada que esconder. Tengo mi verdad y es lo que pasó».
Lo dijo Laudelina Peña de Benítez. Fue el martes 18 de junio, cuando se cumplían cinco días de búsqueda de Loan Danilo Peña (5) y los medios la empezaban a señalar. Hoy, dos semanas después, contó otra verdad.
Laudelina declaró durante toda la noche del viernes ante la justicia correntina y contó en detalle lo que sabe sobre la desaparición de su sobrino, un caso que tiene en vilo al país. Dijo que Loan habría sido arrollado por la camioneta que manejaba el ex marino Carlos Pérez, acompañado por su esposa, la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava.
Laudelina hoy está libre. Ella fue a declarar a un fiscal de instrucción de Corrientes y lo que hizo fue denunciar un accidente de tránsito y el posterior encubrimiento, lo que es excarcelable.
Según relató, ella ayudó a ocultar la verdad por pedido de la ex funcionaria, y con la colaboración del comisario Walter Maciel, uno de los seis detenidos. El oficial de policía había recibido una zapatilla que plantó a tres kilómetros de la quinta, para desviar la investigación, según entiende la justicia.
En ese momento, no imaginaban que la búsqueda de un niño perdido en un campo se iba a volver causa nacional.
El misterio de la desaparición de Loan comenzó como una búsqueda de persona, que derivó en una primera causa por «abandono de persona». En esa primera instancia, el principal sospechoso fue Antonio Benítez, pareja de Laudelina. Es quien se había llevado al chico y a otros más rumbo a un naranjal a 500 metros de la casa para buscar algo de fruta. También fueron detenidos Daniel «Fierrito» Ramírez (49) y Mónica Millapi (35), un matrimonio que estuvo en ese almuerzo y había acompañado a los chicos al campo.
Laudelina dijo que ayudó a ocultar la verdad por pedido de la ex funcionaria.Como los tres adultos habían ido al campo con los chicos, la justicia arrancó por acusarlos de haber perdido al chico. De los tres, Benítez era el único que tenía antecedentes penales, una causa menor por robo de ganado. Por ese motivo, estuvo más apuntado que el resto. Laudelina, por ser su pareja, también.
Y es que en esa primera instancia Laudelina comenzó con su juego de declaraciones, en un escenario donde se percibía que había internas familiares que fluían por debajo de la superficie.
“Me llamó Antonio diciéndome que me fije si llegó Loan. Yo le dije que no había llegado y ahí salimos a buscarlo”, dijo Laudelina en la primera declaración que hizo ante C5N, el martes 18, día 5 de búsqueda. Un dato de color: había pedido dar esa nota de espaldas a la cámara. Que no se vea su rostro.
Allí remarcó que la situación era “muy rara” ya que, según su recuerdo, en un lapso menor a media hora el nene salió de la casa y desapareció. “No tengo ninguna sospecha del entorno, todos estábamos buscándolo”, dijo. Pero sembró dudas al aclarar. “Solo la mamá y hermano se quedaron acá (en la casa) esperando a que regrese. Yo por mi hijo me iría hasta debajo de la tierra. Me conmueve que no haya hecho nada por su hijo, no lo buscó”, disparó contra María, mamá de Loan.
Con el correr de los días, mientras seguían las dudas en torno a su marido, la mujer continuó defendiéndolo. «Yo le creo», dijo. Al momento, ni Caillava ni Pérez aparecían como imputados. Sin embargo, por el hermetismo con el que declaraba los abogados de Fierrito y Millapi le empezaron a sospechar. El 19 de junio pidieron que se la investigue y que incluso sea imputada.
La Policía Federal en la entrada del camino que condice al campo donde estaría enterrado Loan. Foto: Marcelo Carroll El sábado 22, en el décimo día de búsqueda, Laudelina volvió a hablar. En una entrevista con A24, la mujer volvió a deslizar pistas presuntamente falsas. Dijo que escuchó a la policía comentar que «el nene había aparecido».
“Yo escucho el radio que sale de la oficina del comisario. Sonó el radio y decía ‘jefe, jefe tenemos noticias: apareció el nene, en una tapera, está asustado pero está bien está en una tapera’ le decía”, dijo Laudelina. «Además, le dijeron (al comisario) que se quede en el lugar, pero él salió ‘volando’. Al otro día el comisario me cambió la historia de lo que había escuchado”.
«Yo dudo del comisario, porque para mi me mintieron con el drone. Ahora tengo miedo de la Policía”. El comisario al que refería era Maciel, detenido por encubrimiento. Ahora, según su testimonio, sería quien colaboró en el plan al plantar el botín hallado. Un calzado que Laudelina le había regalado al nene, cuando dejó de entrarle a uno de sus chicos.
Caillava y Pérez pasaron a quedar detenidos el pasado sábado 21 cuando la causa empezó a investigar al matrimonio por presunta trata de personas. A eso se sumó una pericia positiva por parte de los perros en la camioneta Ford Ranger con la que el matrimonio fue al almuerzo en casa de Catalina, abuela de Loan.
Quién había invitado al matrimonio al almuerzo fue otro punto en discusión. Es que Laudelina había dicho en una primera instancia que fue Catalina quien les dijo que vayan. Incluso se lo comunicó a la pareja por mensaje. Catalina negó esta versión.
Catalina y Laudelina, abuela y tía de Loan, dieron diferentes versiones sobre quién invitó al almuerzo al matrimonio implicado.La octogenaria, quien habló en varias ocasiones con los medios, nunca se calló nada. Ventiló el enojo que tenía con su suegro Antonio, al que no quería por sus problemas con la ley. Sin embargo, decía que mantenía la confianza en su propia hija y en todos los que estaban en la mesa.
«Laudelina me acompaña todos los días. Ella está enojada conmigo, me dice que lo estoy hundiendo a Benítez cada vez que hablo, que no puede salir de la casa porque la tienen encerrada y porque el marido está preso», se quejó Catalina en una de sus últimas notas, remarcando las tensiones que había puertas adentro, mientras la presión judicial y mediática se mantenía alrededor del caso.
En los últimos días la figura de Laudelina estuvo nuevamente en el centro de la escena. Ella había sido quien sacó la foto del almuerzo, donde aparecen todos los presentes en la casa. También había acompañado al grupo al naranjal. Pero al momento no había hablado ante la justicia.
Después de tantos idas y vueltas por fuera del expediente, ahora se quebró y contó otra verdad.