– ¿Qué es la inteligencia artificial generativa y por qué genera tanto tantos temores?
– Dicho rápido, con la inteligencia artificial clásica -la definida por Alan Turing en su momento- decíamos que una computadora va a ser inteligente cuando pueda replicar el comportamiento humano. Cuando no pueda distinguirse de un ser humano. En ese escenario, se usó específicamente en problemas chiquitos. Por ejemplo, en un call center una inteligencia artificial atiende, te va guiando con preguntas y respuestas. Si no logra responder te manda con un agente humano. En ese tipo de soluciones específicas, hay distintas estrategias para generar la conversación, pero el tipo de respuesta que te puede dar está programado, está diseñado a priori. La nueva era de la inteligencia artificial, que empezó hace dos años fuertemente, que es la inteligencia artificial generativa, logró algo que hasta el momento no se había sintetizado bien. Logró codificar, adentro de redes neuronales gigantes -que se llaman deep learning- ciertos atributos que le permiten ahora a la computadora generar nuevas instancias, nuevos productos, que no fueron preprogramados. En ChatGPT, por ejemplo, a partir de mucho entrenamiento, se logra codificar el lenguaje. Así, cuando yo a ChatGPT le digo algo, sabe lo que es el lenguaje y entonces puede contestar sin que alguien le haya tenido que prefabricar las respuestas.
– Por eso se dice que ChatGPT crea las repuestas. ¿Toma decisiones?
– Bueno, si vas a la literatura científica, no toma decisiones. En el caso de ChatGPT genera texto, y lo que genera es la próxima palabra más probable a cualquiera que le digas. Si le hiciste una pregunta, es aquella con la que empieza la frase de la respuesta. Ahora, si hacés una pregunta y no la terminás -no ponés el signo de pregunta al final- ChatGPT va a decir, ‘¿cuál es la próxima palabra más probable?’. Y pondrá la que continúa la pregunta. Entonces, ChatGPT y todas las versiones que hay de otras empresas, lo que hacen es buscar cuál es la próxima palabra más probable. Más probable para el humano; más probable, según Wikipedia; más probable, según todos los documentos habidos en Internet hasta el 2021, que es hasta donde llega ChatGPT.