Para Cintia López (38) y Héctor “Peca” González (40), la condena significa el cierre de una etapa. Para ellos, los padres de Lucas González (17), la pena que recibió Facundo Agustín Matías Torres (24), oficial de la Policía de la Ciudad, es parte de la Justicia que vinieron a buscar por el crimen de su hijo. “Ahora Lucas descansa en paz”, aseguró “Peca”, su papá.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 29 condenó este mediodía a cinco años de prisión a Torres, al considerarlo responsable del delito de “encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave”. Además, sumó su participación primaria en los delitos de “falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”.
También fue inhabilitado por 10 años a ejercer cargos públicos, tal como lo había solicitado el fiscal general Sandro Abraldes en el cierre de su alegato. En tanto, la querella, comandada por el abogado Gregorio Dalbon, había pedido la pena de 10 años de prisión para el oficial.
Es que a Torres, quien se desempeñaba en la División Motorizada de la Comisaría Vecinal 4D, se lo acusó de haber sido quien entregó la réplica de arma de fuego que apareció en el Volkswagen Suran en el que viajaban Lucas y tres de sus amigos: Niven Huanca Garnica (20), Julián Alejandro Salas (20) y Joaquín Zuñiga Gómez (20).
El testimonio del principal Héctor Claudio Cuevas (53) en pleno debate del primer juicio fue el que incluyó a Torres en la participación del hecho. El policía sostuvo que no había hablado antes por miedo, pero que fue Torres junto al inspector Gabriel Alejandro Issasi (43) quienes plantaron el arma de utilería que apareció en el auto de los adolescentes.
Lucas González, el joven futbolista de Barracas Central asesinado por la policía.
Las últimas palabras del imputado
Minutos antes de las 10, Torres se levantó de la silla del acusado y se sentó frente al juez Juan María Ramos Padilla. Sacó unos anteojos negros, se los colocó y abrió una hoja blanca de papel. “¿No le molesta si leo?”, le consultó al magistrado, antes de expresar sus últimas palabras.
“Primero quiero darle mis respetos y condolencias a la familia de Lucas. Me encuentro acusado de encubrimiento, privación ilegal de la libertad y falsedad ideológica. Por demás está decirle que soy inocente”, comenzó Torres en su relato.
El oficial describió como se encuentra detenido “hace un año, cinco meses y 22 días”, en una cárcel federal, en donde destacó el apoyo de su familia, y afirmó que “un día privado de la libertad es una eternidad para una persona inocente”.
Luego se refirió al principal hecho por el que se lo acusó. Según la investigación que llevó adelante el fiscal Leonel Gómez Barbella, Torres llevó a Issasi hasta la comisaría y sacó de su locker una réplica de arma de fuego, que fue colocada en el asiento de atrás del auto donde viajaban los adolescentes.
Lucas González tenía 17 años y jugaba en la 6ta del Club Barracas Central.“Tengo la tranquilidad de que ese día solo saqué una cinta de peligro, por desgracia que no se ve en el video. Pero si se ve mi predisposición para trabajar, típico de un policía de 24 años rápido, solidario y voluntarioso”, expresó.
Por último, Torres, sin levantar la mirada de la hoja escrita de puño y letra, sostuvo que no forma parte de ninguna “asociación, grupo, secta o mafia policial” y reiteró que él no facilitó ningún arma de utilería.
“Si ese día había asesinos vestidos de policías o encubridores no significa que los otros 150 policías que había fuéramos parte de esa película de horror. Pido justicia por la familia y amigos de Lucas y para mí”, finalizó.
El veredicto
Luego de un cuarto intermedio de casi tres horas, los jueces Ramos Padilla, Guillermo Friele y Sergio Paduczak condenaron a la pena de cinco años de prisión a Torres y una década de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Lucas González tenía 17 años y jugaba en la 6ta del Club Barracas Central.La medida fue celebrada por Cintia y Héctor, quienes demostraron su emoción con un abrazo en la sala de audiencias. También estuvieron presentes Julián y Joaquín, los amigos de Lucas, acompañados por sus familiares directos.
“Se hizo Justicia”, expresó “Peca”, antes de abrazarse con Dalbon y Virginia Cassola, social del letrado.
Más de 70 personas llegaron en micro desde Florencio Varela para acompañar a la familia. «Justicia por Lucas. Lucas vive en Varela», rezaba una de las banderas que se desplegaron en la previa del fallo.
La imagen del joven vestido con la camiseta de Barracas Central o de Defensa y Justicia -club donde jugó y del cual era hincha-, se repetía en la vestimenta de cada una de las personas.
Minutos antes del veredicto, «Peca» y su esposa Cintia aguardaron abrazados y visiblemente emocionados la decisión de los jueces. Casi en silencio, junto a los padres de Julián y Joaquín, los papás de Lucas procesaron estos casi tres años desde el peor día de sus vidas.
El caso
Lucas fue asesinado de dos disparos el 17 de noviembre de 2021 cuando regresaba de entrenar en las divisiones inferiores de club Barracas Central. Los cuatro chicos fueron interceptados por tres policías que pertenecían a la Brigada 6 de la Comuna 4 a la altura del cruce de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield.
Los chicos pensaron que eran ladrones porque no tenían identificación de la Policía. En ese momento, los oficiales comenzaron a disparar. Lucas recibió un disparo en la cabeza y otro en el rostro. Falleció al día siguiente en el Hospital del Cruce de Florencio Varela, de donde era oriundo.
Por el homicidio fueron condenados en un primer juicio a prisión perpetua Gabriel Issasi (43), Juan José Nievas (39) y Fabián López (49), los tres integrantes de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 los condenó por los delitos de «homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad», «tentativas de homicidio quíntuplemente agravado», «privación ilegítima de la libertad» y «falsedad ideológica».
También fueron condenados por el encubrimiento los comisarios Juan Horacio Romero (52), Rodolfo Alejandro Ozán (56) y Fabián Alberto Du Santos (53); el subcomisario Roberto Orlando Inca (48) y el principal Cuevas, mientras que el oficial Sebastián Jorge Baidón (30) fue hallado culpable del delito de «torturas».
En tanto, fueron absueltos el comisario inspector Daniel Alberto Santana (55), el subcomisario Ramón Jesús Chocobar (50) y los oficiales Jonathan Alexis Martínez (36), Ángel Darío Arévalos (36) y Daniel Rubén Espinosa (35).
En un fallo histórico, los jueces del ordenaron dejar asentado que tanto Lucas, como sus amigos y los padres de todos ellos, fueron víctimas de «violencia institucional».
SC