En medio de la crisis diplomática por las duras críticas que Javier Milei lanzó contra Luiz Inacio «Lula» da Silva antes de participar en un evento conservador organizado por los Bolsonaro y tras el llamado a consulta del presidente brasileño, el embajador de Brasil en Buenos Aires, Julio Bitelli, intentó bajarle el tono al conflicto y aseguró que «no es lo mismo que con España o Bolivia«.
«No es una llamada de enojo, es para conversar sobre esta nueva Argentina y cómo debe seguir la relación», aseguró Bitelli este martes a la mañana, en una entrevista con Futurock.
En ese mismo sentido, insistió que no se trata de «una llamada para consultas tradicional» y que «la intención es hablar con el Presidente, la Canciller y Ministros para ver cómo llevar adelante las relaciones con Argentina».
«Es una llamada no tradicional porque, ve lo que está pasando con España o con Bolivia, por ejemplo. Cuando uno llama a consultas en el sentido tradicional, primero lo hace inmediatamente después de algo, no diez días después, al día siguiente, y no hay fecha de retorno. Y yo la semana que viene estoy en Buenos Aires. No es una llamada de enojo«, remarcó.
Bitelli contó, además, que antes de viajar a Brasil habló con la canciller Diana Mondino y con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Días atrás, Milei llamó a Lula «zurdito» con «el ego inflamado».Bitelli ratificó en esa entrevista lo que Clarín informó este lunes. En Brasilia afirmaron que la convocatoria al diplomático «no fue una protesta», sino una situación para «mapear oportunidades» y saber cómo está la situación bilateral.
Bitelli estuvo reunido el domingo con el ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, y luego intercambió palabras con el propio Lula en el marco de la visita a Brasil del presidente de Italia, Sergio Mattarella.
Desde Brasilia dijeron que Bitelli “sólo” fue llamado a su país para informar la situación y no porque haya empeorado el vínculo bilateral.
La escalada diplomática se profundizó días atrás después de que Lula le reclamara a Milei que le pidiera disculpas por haberlo llamado «corrupto» y «comunista» a las que calificó de «tonterías» , pero el líder libertario redobló la apuesta.
«¿Los que mintieron exigen que se les pida perdón porque uno les dijo la verdad? Hay que ponerse por encima de estas nimiedades, porque son más importantes los intereses de los argentinos y los brasileros que el ego inflamado de algún zurdito«, arremetió Milei.
Además, poco después, el mandatario argentino declinó participar en la cumbre del Mercosur que se realizó en Paraguay argumentando cuestiones de agenda, pero fue a Brasil para participar en un evento conservador que organizaron los Bolsonaro, enemigos políticos de Lula.