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El Gobierno bajó las acreditaciones de 50 periodistas de Casa Rosada y avanza con más restricciones

En el marco de una tensión creciente con medios de comunicación, el Gobierno quitó la acreditación permanente de Casa Rosada de 50 periodistas y avanza con una polémica resolución para limitar el acceso a la sala de prensa sólo a aquellos «que puedan demostrar que merecen estar cerca del Presidente».

La reducción, que se produjo en forma progresiva desde la asunción de Javier Milei el 10 de diciembre, continuará, según anticipó el subsecretario de Vocería y Comunicación del Gobierno, Manuel Adorni, con la premisa de acreditar periodistas «de elite».

Fuentes oficiales precisaron que previo al recambio presidencial había 138 periodistas con el derecho de acceder a la histórica Sala de Periodistas, ubicada en el primer piso de la Casa de Gobierno. «Hoy son 88», confirmaron desde el área de comunicación ante la consulta de Clarín. Y explicaron que se trata, en su mayoría, de periodistas que no concurrían regularmente, que pertenecían a medios zonales, ó que ni siquiera seguían trabajando para los que se habían acreditado.

De todos modos, la purga continuará. Adorni, quien hasta días antes de asumir como funcionario ejerció el periodismo, adelantó esta semana que trabajará durante «los próximos meses» para exigir más requisitos.

Una disposición que generó polémica y el caso Mercado

En abril de este año, había publicado la disposición 4/2024 que generó generado cierta polémica por dejar abierta la puerta a arbitrariedades por parte del Ejecutivo: es que, en su artículo 7, y sin mayores especificaciones, advertía que ante «una conducta indecorosa o temeraria» se podría revocar las acreditaciones. Tanto que motivó un pedido de informes de la diputada nacional Karina Banfi (UCR) y que distintos legisladores de la oposición dialoguista plantearan su preocupación.

El caso más emblemático en el recorte de las acreditaciones es el de Silvia Mercado, de Radio JAI. Enviada hace una década por distintos medios, la renovación de la credencial de Mercado esta vez fue denegada: el 6 de junio pasado intentó ingresar con su huella por la entrada de Balcarce 24 y allí fue informada de que había sido excluida del listado de acreditados.

Los argumentos que le ofrecieron fueron difusos y acrecentaron las especulaciones en torno a los motivos que explican esa decisión. Mercado, de extensa trayectoria y paso por medios gráficos como Infobae y El Cronista, fue tratada de «mentirosa» por Milei en enero pasado, tras brindar una información que el Presidente desmintió sobre la ubicación de sus perros.

«FALSO. Es escandalosa la impunidad con la que inventan y operan mentiras algunos periodistas (en especial la que emite la noticia quien hace este tipo de cosas regularmente). Ninguno de mis perros está en Olivos», fue uno de los tuits que escribió el jefe de Estado, enojado con la periodista.

En el Gobierno hay altas fuentes oficiales que aseguran que a partir de ese entredicho el Presidente dio la orden de no renovarle la acreditación a Mercado. Públicamente, no hubo una explicación formal al respecto.

Sin embargo, en algunas entrevistas que brindó, Adorni aseguró que iba «a resolver» el problema y desde su equipo le pidieron «tiempo» a Mercado hasta fin de junio. En otras palabras, que no hiciera «ruido» y evitara exponer la situación. La propia Mercado admitió que el funcionario tenía “buena voluntad” por acreditarla y que mantenía un buen diálogo.

Pero, cumplido ese plazo, Mercado recurrió a la Justicia y presentó un recurso de amparo que será tratado luego de la feria judicial. A partir de esa presentación, Adorni dio por cerrado el tema: «Lo de Silvia Mercado está agotado», respondió al ser consultado en una de sus habituales conferencias de prensa matutinas.

Apuntalada por organizaciones como FOPEA y Periodistas Argentinas, y dirigentes políticos de distintos sectores, que mostraron su «preocupación» por la situación, Mercado es hasta el momento la única de los periodistas acreditados que llevó su caso a la Justicia por considerar que se trata de «una medida arbitraria, ilegítima e inconstitucional».

Distintas voces, sin embargo, coinciden en señalar que su caso puede generar un precedente importante hacia adelante: varios de los afectados por lo dispuesto por la Casa Rosada en estos meses analizan seguir sus pasos.

Nuevas restricciones

En paralelo, el Gobierno trabaja en más restricciones. Según dijo Adorni en la conferencia de prensa de este lunes, la decisión de elaborar un nuevo reglamento se tomó a partir del caso de Mercado, pero con el objetivo de «reordenar la sala».

Si bien distintas entidades periodísticas habían pedido durante anteriores administraciones que se regulara y transparentaran los requisitos para las acreditaciones, en el Ejecutivo voces inobjetables admitieron a Clarín que la iniciativa obedeció a darle un marco legal a lo ocurrido con Mercado. Es decir, que ante la decisión política de no acreditarla a la periodista, se debía avanzar con un reglamento que convalidara su situación.

«No tengo los detalles finales pero vamos a hacer que la sala de conferencias de la Casa Rosada… que sea un privilegio estar en la sala de conferencias y ser un periodista acreditado», anticipó Adorni en una entrevista con LN+.

El vocero presidencial sorprendió al sostener que quiere que a los periodistas «les dé orgullo tener acceso a la sala», como «lo que ocurre en la Casa Blanca, donde es muy complejo acreditarte». «Tenés que venir de un medio que tenga alcance nacional, que tenga un mínimo de audiencia y no puede estar un medio local, de poca audiencia y poca jerarquía», expuso.

En ese sentido, Adorni habló de periodistas con «10 años de experiencia en periodismo político-judicial» que tengan «una relación de dependencia con el medio, lo que traducido a la Argentina tal vez sería no ser un monotributista pasajero en el medio, sino que sean periodistas de fuste, con experiencia y de medios altamente reconocidos».

“Esto se ha manejado a dedo durante mucho tiempo y yo no lo puedo permitir”, enfatizó.

“Vamos a hacer una sala de periodistas, suena feo decir de elite, pero de periodistas que puedan demostrar que merecen estar cerca del Presidente de la Nación, porque perdimos eso ¿no? Perdimos entender que un periodista acreditado en Casa Rosada tiene que sentir que es un honor estar en Casa Rosada cubriendo lo que le pasa al Presidente”, completó.

Las aclaraciones de Adorni

Ante la repercusión de esos dichos del domingo pasado y una “mala interpretación” que entiende se le dio al tema, Adorni buscó despejar dudas al día siguiente, en Casa Rosada. “Mi definición de ‘sala de elite’ fue entendiéndolo siempre como algo superador y no una crítica ni a los actuales periodistas ni a los futuros que puedan participar”, aclaró, al tiempo que aseguró que la nueva reglamentación se hará “en consenso con las diferentes asociaciones periodísticas” y resaltó “el trabajo fabuloso” de los acreditados.

Este jueves, desde el despacho de Adorni buscaban transmitir tranquilidad: reafirmaban que “no se va a hacer nada sin consenso” y todo “en el sentido de mejorar”.

Con todo, las intenciones del Gobierno respecto a las acreditaciones contradicen los pasos que dio en estas últimas semanas en torno a la sala de periodistas. En principio, porque fueron acreditados periodistas que no pertenecen a ningún medio de comunicación, algunos con proyectos con gran audiencia pero autogestionados, otros que no cuentan con los años de experiencia que esbozó Adorni. En su mayoría, monotributistas, sin relación de dependencia. Uno de ellos, que incluso había sido señalado como ex espía del Batallón de Inteligencia 601, fue rápidamente desafectado.