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«Emmanuelle»: rarezas y curiosidades del mayor hito del cine erótico a 50 años de su estreno

Es la madre de cualquier otra criatura. Es la película erótica por excelencia. Nueve semanas y media, Bajos instintos o Atracción fatal, por citar ejemplos, son deudoras de Emmanuelle, aquella película francesa de 1974 protagonizada por la inolvidable Sylvia Kristel.

Hubo muertos durante alguna función. Corazones que fallaron. La noticia decía que en «una escena de excesivo erotismo», un jubilado de 67 años había fallecido en la butaca. La película continuó mientras el cuerpo era trasladado en una camilla. Se habló de un «asesinato erótico». Parece ser, según publicó en su momento la agencia EFE, que Sylvia Kristel mandó un mensaje de condolencias a la familia en el que expresaba su más sincera congoja por lo ocurrido.

Durante el casting para la peli, Sylvia Kristel hizo que su vestido se soltara, pero simulando demencia continuó como si nada con los productores delante y desnuda de la cintura para arriba.

En sus memorias la actriz escribió sobre el momento que cambió su vida: «Tengo 20 años, tengo valor y quiero conquistar el mundo. Uso una aburrida pregunta sobre mi educación para mover el brazo y el gesto hace que una de las tiras se caiga. Sigo hablando. La brisa me endurece los pezones. Mi relajación me hace parecer desnuda y ellos parecen hervir con las puntas de la lengua afuera«.

En una entrevista con un diario inglés, en 1994, Kristel asumió que lo del vestido que se había deslizado por casualidad no había sido tan así. «No tuve problemas para convencer al director de ser la persona indicada para el papel. Me pidió que me sacara el vestido y no lo pensé, porque era un vestido fácil de quitarme. No estuve inhibida para nada. Había hecho muchos desnudos en modelaje y él pensó que yo tenía mucha gracia».

Primero fue la novela

Sylvia Kristel y toda su sensualidad, en una escena de la película Sylvia Kristel y toda su sensualidad, en una escena de la película «Emmanuelle» (1974). Es uno de los clásicos del cine erótico.Esta historia había arrancado 20 años antes, con una novela que se llamaba igual que la película y había sido escrita por Emmanuelle Arsan en 1959. Allí se cuentan escenas de sexo, masturbación y hay unas cuantas páginas dedicadas a una bailarina exótica metiéndose un cigarrillo en la vagina.

En realidad, 1972 pudo ser el punto de quiebre para el cine hot con el estreno de Último tango en París, película de Bernardo Bertolucci protagonizada por Marlon Brando. Con actor y director célebres podía demostrarse, además de conocer usos alternativos de la manteca, que el sexo explícito era posible en el cine mainstream .

Lógicamente, la película que lanzó a Kristel y cuenta la historia de un ama de casa sexualmente promiscua, fue designada con una calificación X. Entre paréntesis, en algunos países se usa XXX o X para el cine explícito. Emmanuelle, gracias al morbo de esa calificación, se convirtió en un enorme éxito internacional. El estreno fue un 26 de junio de 1974. La vieron 300 millones de espectadores en todo el mundo.

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Una película erótica de 1974 dirigida por el director Just Jaeckin

Emmanuelle Arsan, la supuesta escritora, se convirtió en una figura de culto. Más tarde se sabría que ella no existía: era el nombre ficticio que usaba su marido, el diplomático francés Louis-Jacques Rollet-Andrianen.

Boom social y mediático

El director británico Just Jaeckin hizo el casting y eligió a una modelo holandesa llamada Sylvia Kristel. Se escribieron kilómetros sobre el filme: «Es una exaltación de la libertad sexual dentro del matrimonio donde nadie ejerce un derecho sobre nadie, donde los celos son una aberración y la fidelidad, un bajo instinto».

Erotismo puro. Sylvia Kristel, en Erotismo puro. Sylvia Kristel, en «Emmanuelle». Por el primer filme, cobró 6.000 dólares. Por el segundo, 100.000.Fue un boom social y mediático inédito hasta ese momento. En el año de su estreno, sólo en Francia, la vieron nueve millones de personas y estuvo en cartel durante ¡13 años! La protagonista, hasta entonces modelo profesional, cobró apenas 6.000 dólares. El éxito inmediato invitó a la secuela un año más tarde, pero esta vez la belleza audaz de Kristel valió 100.000 dólares.

En su autobiografía de 2006, la estrella -fallecida de un cáncer de garganta en 2012, a los 60 años- contó que había sido víctima de abuso sexual por el huésped de un hotel cuando tenía nueve años. ​Actuó en más de 50 películas pero sólo se recuerdan Emmanuelle, Emmanuelle 2, Goodbye Emmanuelle, en 1977 y, posteriormente, Emmanuelle 4, de 1984.

Su libro personal tiene pasajes dolorosos con experiencias de drogas que no tardaron en convertirse en problemas, dependencias recurrentes al alcohol y la constante necesidad de encontrar una figura paterna que, según escribió, la llevó a mantener «relaciones traumáticas» con hombres mucho más mayores que ella.

Después de su paso por los Estados Unidos, donde trabajó sin pena gloria en varias películas de Hollywood, Kristel se alejó de la actuación y encontró un refugio impresionista en el sur de Francia donde dedicó su tiempo a pintar retratos de mujeres y flores.

Sylvia Kristel participó en más de 50 películas. Pero siempre será Emmanuelle.Sylvia Kristel participó en más de 50 películas. Pero siempre será Emmanuelle.Educada severamente en en convento, había dejado plantada la rigidez de su crianza calvinista por un puesto de moza en un bar de Amsterdam, donde trabajó hasta que alguien vio que podría ser modelo. Y tuvo razón: la belleza de Sylvia Kristel y sus piernas largas fueron públicamente descubiertas en 1972 cuando la eligieron Miss TV Europe. Fue apenas el comienzo.