El actor habló de la enfermedad y explicó los ejercicios que hace para retrasar el deterioro.
01 de agosto 2024, 23:50hs
Gerardo Romano contó cómo lo afecta el Parkinson en su vida cotidiana (Foto: captura América)
Gerardo Romano reapareció en los medios a cinco meses de haber contado que padece Parkinson y contó cómo fue volver a trabajar. En diálogo con Desayuno americano (América), analizó este momento de su vida y explicó qué ejercicios hace para retrasar su deterioro.
“Todo el día le dedico al trabajo. Y, ahora, tengo más presión, porque como tengo que resistir una enfermedad. Depende de tu resiliencia”, indicó el artista, quien sigue protagonizando la obra Un judío común y corriente y está grabando En el barro, un spin-off de El Marginal.
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Además, reveló cómo repercute el Parkinson en su intimidad: “Duermo, coj… poco, pero es un poco la edad también. No salgo de la cama sábado y domingo, estoy una hora y media en escena sin parar y requiere mucha concentración y mucha energía”.
Por último, reveló cuál fue su reacción cuando le dieron el duro diagnóstico: “He atravesado diferentes momentos. No me enojé cuando recibí el diagnóstico, me angustié, no es un momento grato”.
La primera vez que Gerardo Romano contó que tiene Parkinson
En febrero, Gerardo Romano sorprendió a todos al contar en una entrevista con Chiche Gelblung en Crónica que padece Parkinson. El actor estaba hablando de Un judío común y corriente, obra que protagoniza en Mar del Plata, cuando reveló que sufre la enfermedad.
Mientras mostraba qué tenía en su camarín, dijo: “Esto es la mesa de un jubilado, crema de marihuana para el dolor y esto para el Parkinson, para el colesterol…”.
Sin filtros, el conductor le consultó: “¿Vos tenés Parkinson? ¿Desde cuándo?”. “Sí, no se nota porque laburo mucho y no doy conferencias de prensa diciendo ‘tengo Parkinson’”, explicó.
Por último, el actor se refirió a cómo transita la enfermedad: “Yo no puedo en la función de hoy parar y decir ‘perdón, estoy enfermo, me olvidé la letra, un segundito’. No puedo. Tengo que hacer el esfuerzo sobrehumano de reencontrarme con el hilo, y ese esfuerzo es como un músculo. Y después, bueno, nado. Nado 3 veces por semana”.