Dos empleados fueron atados y golpeados por dos ladrones en la estación Hospitales. Se llevaron la recaudación de 6 días.
Eran las 22 cuando un empleado del subte dejó la estación Hospitales de la línea H. Primero fichó la salida y después fue al vestuario a cambiarse la ropa. Volvió a saludar a su compañero, que se quedaba solo al frente de la boletería, y a buscar el cargador de su teléfono. No se imaginó que ese mismo cable usarían para atarlo en un robo que sorprende por la falta de control tanto como por la información que tenían los asaltantes.
Es que en ese cambio de guardia dos ladrones con el rostro cubierto irrumpieron en la boletería. Empujaron al que salía y les pegaron patadas en la espalda para que se quedaran quietos. Según indicaron a Clarín, en ese momento no había policías, custodios ni vigiladores de la empresa concesionaria del servicio para cuidar a los pasajeros, mucho menos a los empleados.
Los dos ladrones tenían la cara tapada con barbijos y capuchas. Golpearon a los trabajadores y les ataron las manos con una soga. A uno le inmovilizaron las piernas con el cable del cargador de su propio celular. Con tiempo y sin que nadie alertara lo que estaba pasando trabajaron con una amoladora durante -al menos- 15 minutos.
Fue este domingo en la estación cabecera de la línea H, a metros del Hospital Churruca.
En promedio, unos 140 mil pasajeros utilizan la línea H, sobre todo en días y horarios hábiles. Los domingos, la última unidad sale de la cabecera a las 22.49, es decir que todavía había pasajeros esperando para viajar y otros que bajaron de las formaciones mientras los ladrones forzaban la caja de seguridad.
Los dos ladrones, uno «más grande y el otro más joven», estaban armados.
«Llegué media hora después de todo lo que pasó y todavía había olor a quemado ¿cómo puede ser que nadie se diera cuenta?», cuestionó una empleada del subte que llegó al lugar poco después de lo ocurrido.
«Efectivos de la Comisaría Vecinal 4A se trasladaron a la Estación Hospitales del Subte, en la avenida Almafuerte al 300, luego de que dos empleados de la zona de boletería denunciaran que dos ladrones armados los sorprendieron a punta de pistola, los maniataron y luego sustrajeron el dinero de una caja fuerte tras forzarla con una amoladora», confirmaron fuentes policiales a Clarín.
La investigación de los hechos quedó en manos de la Fiscalía N° 7 a cargo de Mónica Cuñarro. Caratuló la causa como «robo a mano armada». En principio, intervino la división Subtes de la Policía de la Ciudad, que tiene a su cargo la custodia de las estaciones, pero la fiscal Cuñarro ordenó que las pericias sean realizadas por la División robos y hurtos de la misma fuerza.
Fuentes consultadas por Clarín confirmaron que la recaudación de las boleterías sólo se retira una vez por semana. El martes pasado había sido la última vez que habían retirado el dinero recolectado, principalmente de pasajeros que cargan la tarjeta SUBE para viajar en transporte público.
Por eso, una de las hipótesis que se manejan es que «el dato» de la recaudación y de la falta de vigilancia haya sido aportado por alguien que conoce la operatoria.
A través de un comunicado, la Asociación Gremial de Trabajadoras y Trabajadores del Subterráneo y Premetro (Agysyp) repudió el hecho: «Desde nuestro sindicato hemos denunciado infinidad de veces estos temas (de inseguridad) en nuestro trabajo», aseguraron.
«Hemos concurrido infructuosamente a diversas reuniones con el Gobierno de la Ciudad y la empresa Emova, sin tener ningún resultado ante estos hechos que van en aumento en cantidad y gravedad. Los trabajadores del subte nos encontramos en estado de alerta ante esta grave situación y exigimos con urgencia una inmediata respuesta», cerraron.
Lo cierto es que, ante la consulta de este diario, desde el sindicato, informaron que «faltan 400 puestos de trabajo desde la pandemia» y responsabilizaron a la empresa por esa falencia. «Si hubiera habido tres empleados, no se hubiera podido concretar el robo sin que nadie los advirtiera. Si estuvieran los 400 trabajadores que faltan se brindaría un mejor servicio, se podría reducir la jornada de exposición al asbesto, se mejoraría en un montón de situaciones que venimos denunciando. Todo es un combo explosivo», argumentaron.
Desde el mes pasado, los trabajadores del subte vienen realizando medidas de fuerza en reclamo de la reducción de la jornada laboral y la desasbestización de los trenes. Ahora sumaron el reclamo por este hecho de inseguridad.
SC