Eugenia accede a hablar con Clarín pese al miedo que expresa que tiene desde la desaparición de Loan Danilo Peña (5). Ella es vecina de 9 de Julio y trabaja en un comedor. El viernes 14, movida por la angustia y las ganas de ayudar en la búsqueda del menor, ella y su amiga decidieron movilizarse en moto hasta la casa de Catalina Peña (86), en el paraje Algarrobal. Ahí se encontraron con Laudelina Peña (45) y Macarena Peña (21), y se les unieron en un recorrido hacia el monte que concluyó en un hallazgo revelador: el botín de Loan.
“Salimos las cuatro juntas desde la casa de la abuela hasta el techito de la escuela, ahí cortamos camino porque entramos por el alambrado, y Laudelina dijo: ‘Vamos allá donde encontramos huellitas hoy’. Con mi compañera nos miramos y dijimos ‘vamos’. Al pasar el monte, ahí estaba el comisario (Walter) Maciel con (Amado) Méndez, un señor de acá de 9 de Julio”, introduce Eugenia mientras trata de recordar cómo se sucedieron los hechos en ese lodazal lejano.
“Laudelina le preguntó a Maciel: ‘¿Qué novedades hay?’ y él le contestó: ‘Encontramos huellas de piecitos, no me toquen esta parte’” Laudelina marcó que hacia un lado del barro había huellas de zapatilla y hacia el otro lado ya había huellas de pies descalzos, y dijo que el botín tenía que estar metido en el barro”, prosigue.
Eugenia cuenta que Laudelina dijo que había marcado el lugar de las huellas con un palo, pero que ella no recuerda haber visto ninguno.
Sí se acuerda que utilizaron palos para instalarse en el barro y empezar a rastrillar el botín. Según su relato, fue Macarena quien lo encontró.
Así lo describe: “Cuando Macarena lo sacó, nos dio emoción, Laudelina dijo ‘ese es el que yo le regalé a Loan’. Yo me metí al barro y Laudelina me dijo: ‘No que te vas a hundir’. Y yo la miré a la señora como pensando: ¿Cómo sabe que me voy a hundir? Macarena se metió al barro para encontrar el otro botín, pero nada. Cuando lo vimos nos alegramos por encontrarlo y ahora que se dice que fue plantado nos preguntamos en dónde nos fuimos a meter”.
Caso Loan . Eugenia una testigo clave en el hallazgo del botín de foto Marcelo Carroll – FTP CLARIN CAR07236.JPG ZEn ese momento, ni Eugenia ni su compañera (a quien prefiere no mencionar para su resguardo) cayeron en la cuenta de los comportamientos de Laudelina, y tampoco en los pedidos del entonces comisario Maciel. La ilusión de pensar que estaban más cerca de Loan no les permitió poder analizar otro detalle que ahora Eugenia se recrimina: ¿Cómo iba a poder Loan en soledad hacer ese extenso camino que hasta a ellas mismas les había costado realizar?
“Una criatura no puede llegar sola a ese lugar. No sé cuánto caminé, pero fue mucho tiempo. Ahora recuerdo las actitudes de Laudelina. Ella estaba como ida, caminaba nomás, como si no estuviera ahí, nos contestaba mal, yo nunca traté con ella pero ese es su carácter, la cara de ella era de mala. Nos guió por el camino justificando que era por su intuición”, señala.
―¿El comisario Maciel qué hacía?
―El comisario le dijo que salgamos, por teléfono después se apartó y le dijo a alguien: ‘Me llegaron cuatro chicas’. No sé a quién. Después dijo ‘encontraron el botín’. Laudelina ya había aclarado que era de Loan.
―¿Cuál era su actitud?
―Maciel estaba serio. Nos pidió que no sacáramos fotos, que no habláramos con nadie del tema. En el momento no pensamos en eso, ahora mirando para atrás digo… ¿cómo no pensé?
También rememora la forma en la que salió el botín, lamenta no haber grabado o sacado alguna imagen de lo que pasó en ese lodazal: “El botín estaba muy hundido en el barro, cuando lo sacó la chica estaba embarradísimo, todo embarrado, incluso lo de adentro del botín, que no debería estar así si el nene lo llevaba puesto. Después seguimos buscando con mi compañera, pero no encontramos más nada. Nosotras no pensamos que iba a pasar todo lo que pasó, fuimos a buscar un nene que se había perdido”.
Eugenia dice que tras el arresto de Maciel, tanto ella como su compañera recibieron llamados de números desconocidos a sus celulares, y que ella jamás respondió ninguno de ellos porque a su compañera llegaron a amenazarla.
“Supe por otras personas que la que pidió mi número fue Gabina Noguera, la compañera del comisario, su mano derecha. Es pariente de la mamá de Loan. No nos llamaron, yo quiero hablar, quiero contar cómo fue”, explica.
Más allá de haber estado en aquel hallazgo trascendental para el caso, Eugenia no había sido citada a declarar en la justicia federal hasta la tarde del jueves, luego de que salieran sus declaraciones en un medio de comunicación.
Caso Loan . Eugenia una testigo clave en el allasgo del botín de foto Marcelo Carroll – FTP CLARIN CAR07290_3.JPG Z“Ahora ya no saco a mis hijos a jugar, a ningún lado. Mi hija jugaba con la nieta de (Victoria) Caillava, y ahora no puedo creer todo esto. Los nietos de ella venían acá incluso. Ahora lo único que queremos es que aparezca Loan”, concluye.
Según pudo saber Clarín, el otro testigo del hallazgo que Eugenia menciona por su apellido, Méndez, se llama Amado. Fue a Goya el miércoles a presentarse ante la justicia federal para prestar declaración.
Es un hombre que trabajó como suboficial principal por 30 años y ya está retirado. Por su cercanía con la casa donde vivía Loan realizó una búsqueda a caballo en el monte el viernes 14, el día posterior a la desaparición del nene.
En su camino, dio con unas huellas y fue quien llamó al comisario Maciel, le dio la ubicación y preservó el lugar hasta que apareciera. Según le expresaron las fuentes a este diario, el hombre indicó que quien encontró la zapatilla fue Laudelina, aunque él ya suponía que podía estar ahí por los rastros de las huellas. También habría recibido el mismo pedido que Eugenia por parte de Maciel: no comunicarle el hallazgo a nadie.
SC