El acto por el Día del Trabajador de la CGT en la cancha de Defensores de Belgrano, que se suponía de unidad, empezó con la ruidosa ausencia del co secretario de la central obrera y referente de Camioneros, Pablo Moyano, disgustado porque no podría ser el orador final de la jornada. Ni siquiera su padre, Hugo Moyano supo qué contestar a los periodistas que lo abordaron cuando ingresó pasadas las 14 al estadio. «¿Pablo? No sé», dijo.
A esa hora un grupo de dirigentes de la cúpula cegetista buscaba desescalar la tensión interna. El gremio de Moyano igual hizo gala de su poder de movilización y copó con militantes y banderas la platea central de «Defe», en pleno barrio de Nuñez. «Y ya lo ve, y ya lo ve, hay una sola CGT», cantó la militancia sindical al inicio del acto a pesar del ruido interno.
Las diferencias quedaron expuestas una vez más cuando los militantes de Camioneros taparon la voz de Héctor Daer, otro de los triunviros cegetistas, que se quedó con el lugar de orador central que pretendía Pablo Moyano. Los militantes de la UOCRA y de UPCN quisieron tapar a los de «verde», pero fue imposible. Daer siguió hablando como si nada. «Estamos todos», dijo. »
«Estamos sufriendo un proceso de inflación que es culpa de los vivos que solo quieren acumular ganancias. Hace pocos días, Argentina sufrió una corrida. No fue casual: tiene connotación políticas y financieras. La CGT estuvo donde tenía que estar junto a los movimientos sociales», afirmó el dirigente de Sanidad en su discurso. Y siguió: «El FMI no puede seguir proponiendo metas incumplibles. Basta a los irresponsables que dicen que hay dinamitar un poco o todo y de los que hablan de dolarizar. Quieren empobrecernos. La CGT no es antisistema», bramó en alusión a los dichos de Javier Milei y de Mauricio Macri.
La central obrera, al igual que Cristina Kirchner en La Plata subió al ring al líder libertario. Uno de los organizadores del acto señaló que no se quiso imitar la estrategia de la Vicepresidenta, sino hacer explícito el posicionamiento de la CGT en el debate público sobre el rumbo económico y político. «No comemos vidrio. Acá siempre negociamos con todos», dijo
Moyano padre llegó acompañado por la denominada «mesa chica» de la CGT, los co secretarios Daer y Carlos Acuña, que se reunieron con Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri, en Obras Sanitarias, a pocos metros del estadio de Defensores. Gerardo Martínez, de la UOCRA, se sometió a una cirugía y pegó el faltazo.
Algunos de los referentes gremiales quisieron minimizar la ausencia de Pablo Moyano. «Pablo ya no dirige su gremio. Hugo movilizó, Plaini ya vendió su kiosco», ironizó un referente sobre el moyanismo más combativo. La ausencia de los gremialistas más ligados al kirchnerismo se disimuló solo al final con la presencia de Sergio Palazzo, de La Bancaria, que todavía no pierde la ilusión con una hipotética candidatura de la ex presidenta.
Daer en su exposición reiteró el espíritu del comunicado que difundió la central obrera antes del acto, y marcó un contundente respaldo a la propuesta del ministro de Economía, Sergio Massa, para renegociar las metas y plazos del acuerdo con el FMI.
El pronunciamiento cegetista repitió la lógica de los respaldos que los principales caciques de la CGT expresaron en las últimas semanas en favor de una posible candidatura del jefe del Frente Renovador, desde Martínez a Daer y Rodríguez, entre otros. Massa, que había sido invitado al evento -aunque nunca formalmente- finalmente no fue de la partida con la excusa de su viaje a Brasil junto al presidente Alberto Fernández.
Desde la misma CGT difundieron un saludo del líder del Frente Renovador que no fue leído durante el acto. «Me hubiese gustado mucho acompañar a los trabajadores en este día para transmitirles mi compromiso de trabajar juntos en la estabilización de la economía y la recuperación de los salarios», decía el texto de Massa.
La mayoría de la conducción cegetista avala las chances de Massa, que en privado les prometió que el FMI adelantará US$ 13.600 millones. No todos confían en el éxito de la misión oficial a Washington. Sí se apuraron en aclarar, como hicieron la semana pasada tras reunirse con el ministro, que no habrá tope para los aumentos salariales.
Fuera del estadio había unas pocas banderas con la cara de Cristina Kirchner, pero apenas fue mencionada durante los discursos. «Quisieron pegarle un tiro en la cabeza a nuestra Vicepresidenta. Son los mismos que les cortaron las manos a Perón. Tengamos memoria, cuidemos la democracia. No puede ser que la iniciativa de la oposición sea una reforma laboral. No saben qué es un convenio laboral, porque nunca laburaron», bramó Acuña, que al final del acto explicitó que su candidato es Massa.
El también triunviro y referente del barrionuevismo que se mostró a favor de reducir la jornada laboral para crear más puestos de trabajo, otro de los puntos incluidos en el documento de la central obrera. «Hay que acabar con la jornada de 40 horas», insistió también Daer.
Detrás del escenario se leía el lema de la convocatoria en clave electoral: «Estamos a tiempo» con los retratos de Juan y Eva Perón. Jorge Sola, del sindicato del seguro, hizo suyo el lema y leyó el documento cegetista.
«Las soluciones tienen un solo eje, un acuerdo político y social», sostuvo antes de aludir a los candidatos antisistema, en otra clara referencia a Milei. Reclamó que esa institución -el Consejo Económico y Social- que el Presidente creó por decreto para pensar políticas de largo plazo se convierta en ley en el Congreso.
Rodríguez sinceró que ya hablaron con Horacio Rodríguez Larreta y que el jefe de Gobierno les anticipó que no piensa en una reforma laboral. El líder de UPCN señaló que no descartan un encuentro con Patricia Bullrich. «A mí me gusta Massa», destacó sobre una eventual candidatura del ministro de Economía.
La presión de la CGT para ser incluidos en las listas del peronismo también se hizo sentir. «No somos convidados de piedra», sostuvo Solá. Antes de ingresar al acto Julio Piumato, de Judiciales, señaló que la central obrera «quiere ocupar el lugar que merece». El fantasma de la lapicera de Cristina Kirchner en 2019 y 2021 es un recuerdo latente.
Daer defendió la realización de las PASO que el kirchnerismo ahora intenta poner en duda. «Solo hay trabajo en el futuro si tenemos consciencia y establecemos hacia donde vamos. Necesitamos fortaleza en los sindicatos, en las federaciones y necesitamos una CGT unida», cerró el dirigente, que calificó la situación del país como «crítica». Acuña, por su parte, reclamó lugares en las listas del Congreso y de las legislaturas provinciales para los cuadros del gremialismo. No hubo casi objeciones al rumbo del Gobierno.
La marcha peronista que sonó por los altoparlantes tapó los gritos de las parcialidades de los gremios.
A pesar de la ausencia de Pablo, la familia Moyano tuvo un tercer representante en el escenario. Facundo, secretario adjunto del gremio de Peajes y en guerra abierta con Axel Kicillof, evitó apoyar a su ex jefe político Massa y sostuvo -al contrario de lo que dice la central obrera- que no hay tiempo. «Tenemos inflación más alta que Venezuela. Es hora de actuar», sentenció.