La actriz que interpretó a Kimberly Drummond murió de sobredosis a sus 34 años. De la fama temprana a estar desempleada en Las Vegas, posar para Playboy y robar una tienda.

Cuando Dana Plato saltó a la fama por su papel de Kimberly Drummond en la popular serie Blanco y Negro, emitida entre 1978 y 1985, nadie imaginaba el trágico destino que le esperaba a la actriz, que murió el 8 de mayo de 1999 a sus 34 años por una sobredosis de pastillas.

Sin embargo, los últimos años de su vida anticiparon su suicidio: excesos, problemas con el acohol, adicción a las drogas y hasta delitos menores que la llevaron a tener problemas con la policía y incluso a pasar varios días en prisión.

Nació el 7 de noviembre de 1964 en Maywood, California, como Dana Michelle Strain. Su madre, una adolescente soltera que ya tenía otro hijo, no podía hacerse cargo, por lo que ella fue adoptada a los siete meses por Dean Plato. Sus padres adoptivos se separaron cuando ella tenía tres años y, desde entonces, vivió con su mamá.

Su incursión en el mundo del espectáculo fue durante su infancia: filmó más de 100 comerciales de televisión e hizo su debut cinematográfico a los 13 años en Return to Boggy Creek (1977), así como también participó de El Exorcista II: el hereje (1977) y California Suite (1978).

Fragmento del programa de Estados Unidos que protagonizaban Gary Coleman, Todd Bridges y Dana Plato.

Su salto al estrellato llegó de la mano de Diff’rent Strokes (Blanco y Negro), la exitosa serie que NBC estrenó en noviembre de 1978 y que la convirtió en una de las adolescentes más famosos del momento. En paralelo, su vida personal entró en un abismo: empezó a consumir alcohol, marihuana y cocaína. Con apenas 14 años, sufrió una sobredosis de diazepam.

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En 1984, a sus 19 años, quedó embarazada de su novio, el guitarrista de rock Lanny Lambert. Ella intentó convencer a los productores de la serie de meter el embarazo en la trama, pero se negaron. No era creíble para su personaje angelical. Ese mismo año contrajo matrimonio y nació su hijo, Tyler Edward Lambert.

El divorcio llegó en 1988 y ella perdió la tenencia de su hijo. Una semana después, murió su madre adoptiva. Para colmo, ya había dejado de ser una adolescente adorable y la puerta de Hollywood parecía haberse cerrado, por lo que empezó a actuar en películas de bajo presupuesto y hasta posó para Playboy.

Desempleada, al borde de la pobreza y sin nada que perder, se mudó a Las Vegas.

En ese contexto, comenzaron sus problemas con la ley. El 28 de febrero de 1991, entró a una tienda de videos con una pistola de balines y le exigió el dinero al empleado de la caja registradora. “Acabo de ser robado por la chica que interpretó a Kimberly en Blanco y Negro”, le contó la víctima a la Policía.

Apenas 15 minutos después del asalto, Plato regresó a la escena del crimen con los 164 dólares que había robado y fue arrestada. Luego de que pagaran su fianza de 13 mil dólares, fue liberada con cinco años de libertad condicional. Sin embargo, no pudo escapar de la presión mediática: las portadas de todos los diarios ya se habían hecho eco de la noticia.

Menos de un año después, en enero de 1992, volvió a ser arrestada por falsificar una receta para diazepan, el mismo fármaco que le había provocado una sobredosis a los 14 años. Pasó 30 días en prisión y luego tuvo que ingresar a un programa de rehabilitación de drogas.

El día de la muerte de Dana Plato

A fines de la década del 90, Dana Plato comenzó una relación con Robert Menchaca, su última pareja, con quien se mudó a una casa rodante en Florida. El 8 de mayo de 1999, viajaron a Los Ángeles. Como era el día de la madre en Estados Unidos, se detuvieron en Moore, Oklahoma, para que Robert saludara a su mamá.

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Después de que almorzaran todos juntos, la actriz dijo que estaba cansada y se fue a acostar a la casa rodante. Poco después, la encontraron muerta. Según la autopsia, murió por una sobredosis tras consumir varias pastillas de Valium y Loritab, dos reconocidos sedantes. Caratularon la causa como suicidio y su cuerpo fue incinerado.

Su hijo Lambert nunca pudo superar la prematura muerte de su madre y se adentró en el mundo de las drogas y el alcohol. En 2010, cuando tenía 25 años, se suicidó de un disparo en la cabeza. Faltaban dos días para el aniversario del fallecimiento de su mamá.