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Los seis hábitos que alivian la dispepsia funcional, un trastorno común que causa dolor abdominal e hinchazón

La indigestión ocasional por excesos debería diferenciarse bien de este problema digestivo que se caracteriza por ser permanente y es un tipo de indigestión crónica.

03 de julio 2024, 11:52hs

Los síntomas se parecen a los de una úlcera. (Foto: Adobe Stock).

Los síntomas se parecen a los de una úlcera. (Foto: Adobe Stock).

Un artículo de la Clínica Mayo dice que la dispepsia funcional es un tipo de malestar digestivo que aparece habitualmente después de comer. En la mayoría de los casos, no tiene causas orgánicas sino funcionales. Se manifiesta por dolores abdominales de localización imprecisa, sensación de pesadez y de hinchazón después de la comida y lentitud de la digestión. A veces, la persona eructa, tiene hipo, sufre náuseas y vómitos. Tiene la boca pastosa, con un gusto desagradable y mal aliento. Su estado general no está alterado: no adelgaza e incluso puede existir un cierto sobrepeso.

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Los medicamentos no poseen prácticamente ningún efecto sobre este trastorno. El tratamiento consiste esencialmente en la aplicación de medidas dietéticas e higiénicas. Es preciso evitar el abuso de féculas, como las que contienen las papas, batatas, lentejas, harinas, porotos, legumbres en general, panificados y también se deben evitar los embutidos grasos, frituras y algunos condimentos que el propio paciente sabe que agravan sus trastornos. Se desaconsejan las bebidas alcohólicas y son perjudiciales té, café y tabaco. Es preciso comer con calma, respetar un horario regular y masticar bien los alimentos. Además, se recomienda comer tres o cuatro veces al día.

Causas de la dispepsia funcional

Una causa frecuente de las indigestiones es el déficit de las enzimas que deben digerir los alimentos. Esto afecta la absorción y el aprovechamiento de los nutrientes ya que las proteínas, hidratos de carbono y grasas, sin la presencia de enzimas, no pueden fraccionarse y dar lugar a sustancias más sencillas que puedan pasar al torrente sanguíneo para poder ser utilizadas por nuestras células.

Asistí a tu médico si tenés síntomas persistentes que te preocupan. (Foto: Adobe Stock)

Asistí a tu médico si tenés síntomas persistentes que te preocupan. (Foto: Adobe Stock)

Además, esta carencia o dificultad puede dar lugar a procesos de fermentación y putrefacción de los alimentos que han quedado parcialmente digeridos, lo que causa la aparición de distintos síntomas como dispepsia, flatulencia o aerofagia y también problemas de la piel, astenia o fatiga, dolores musculares o articulares y reacciones alérgicas, entre otros. La falta de enzimas puede solucionarse con algunos cambios en la alimentación o con la incorporación de comprimidos. La dieta puede desempeñar un papel crucial en la capacidad del cuerpo para producir enzimas en cantidades adecuadas.

Los hábitos que alivian

En primer lugar, para mejorar la digestión de los alimentos masticar y ensalivar bien los alimentos. Si tragás sin apenas masticár, estás dando mucho trabajo extra a tu sistema digestivo y padecerás dolores de estómago, hinchazón, gases, malas digestiones.

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Sabiendo esto, aquí hay seis consejos:

Las frutas como el ananá o el kiwi ayudan y facilitan la digestión gracias a su contenido en la enzima digestiva bromelina.Evitar las bebidas con gas. Especialmente durante las comidas, lo mejor es no beber. Si se necesita beber durante la comida, es porque esta contiene demasiada sal, no se mastica y ensaliva lo suficiente o porque tomamos demasiados alimentos “densos” con poca cantidad de agua. Lo mejor es beber agua.Las intolerancias más comunes son a la lactosa y al gluten, que puede ser leve. Además de sentir hinchazón, malestar, náuseas o vómitos, también aparecen dolores de cabeza, fatiga muscular o retención de líquidos. Hay que optar por leches o bebidas vegetales ricas en nutrientes y fáciles de digerir. Se puede evitar el gluten eligiendo harinas o granos de maíz, trigo sarraceno, arroz, quinoa, amaranto, teff o sorgo.Evitar la comida chatarra o basura. Limitar en todo lo posible comer fritos, en su lugar optar por cocinar más en el horno o a la plancha y así evitar ese aceite extra.Es muy importante saber combinar los alimentos de forma adecuada y tener en cuenta qué mezclas son potencialmente perjudiciales y pueden causar hinchazón, entre otros inconvenientes.Reponer enzimas digestivas y bacterias beneficiosas. Cuando se lleva una dieta desequilibrada se pierden enzimas digestivas y bacterias beneficiosas. Su falta puede provocar malas digestiones, hinchazón, etc. Para evitarlo, en todas las comidas debemos incluir alimentos no cocinados (como ensaladas, por ejemplo) y entre comidas el mayor número posible de frutas de temporada. Además, se puede reponer la flora intestinal con las enzimas digestivas y bacterias beneficiosas de los alimentos fermentados como los alimentos probióticos.