El hecho ocurrió en diciembre de 2022 y un recurso judicial obligaría al hombre a responder con su patrimonio. Resta la decisión del juez.
La Justicia hizo lugar parcialmente a un recurso de apelación de la Administración de Parques Nacionales y un hombre que cazó ilegalmente a un yaguareté en Formosa en diciembre de 2022 podría tener que pagar 370 millones de pesos.
La Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia resolvió a favor de la petición de la APN y ordenó sustituir «la caución juratoria por una real», cuyos montos deberá fijar el juez federal formoseño.
El pasado 19 de diciembre, el denunciado cazó a un ejemplar de 150 kilos tras perseguirlo durante horas cerca de Clorinda y luego publicó su «hazaña» en las redes sociales, por lo que, en primera instancia, fue denunciado por la ONG Red Yaguareté ante la justicia federal por el caracter delictivo de la caza ilegal de especies protegidas.
Tanto la Administración de Parques Nacionales como Red Yaguareté, la Fiscalía provincial y el Ministerio Público Fiscal presentaron la objeción a la caución original ante el Juzgado Federal N°1 de Formosa aduciendo que era «insuficiente».
“Vamos a actuar con firmeza, esto es un crimen contra la naturaleza, y todo el peso que permita la ley lo vamos a aplicar en este y otros casos como éste”, había asegurado el juez federal 1 de esa provincia, Pablo Morán, en declaraciones a Radio Uno de Formosa.
El motivo: «existen elementos suficientes para que el imputado responda cautelarmente con su patrimonio».
Además, tiene como finalidad ser una sentencia «ejemplificadora y crucial para frenar la cacería de ejemplares de la especie, que por lo general quedan impunes y sin consecuencias para los cazadores», asegura la APN.
El imputado, cuya identidad no trascendió, tenía en su vivienda, que fue allanada al principio de la causa, armas, municiones y otros objetos de interés relacionados con la caza ilegal de un yaguareté.
Durante su relato de cómo cazó al animal, grabado con imagen y sonido en su teléfono celular, el hombre describió a su víctima como un «infeliz» y un «un macho gi-gan-tes-co».
«Por fin lo pudimos matar acá con los muchachos», había agregado.
DB