Una familia vivió una escena de terror en Córdoba, en medio de la final de la Copa América que se jugó el domingo por la noche entre Argentina y Colombia. Al menos seis delincuentes ingresaron a una casa, redujeron a un hombre y dos mujeres y les robaron objetos de valor.

El hecho ocurrió en la localidad cordobesa de Unquillo cuando un matrimonio y su sobrina disfrutaban del partido de la Selección en su casa. La secuencia quedó grabada por una cámara de seguridad ubicada en el interior de la vivienda.

Según se puede ver en el video, mientras miraban el partido, el dueño de casa se acercó a la puerta para mirar hacia afuera, aparentemente porque escuchó ruidos sospechosos, y se encontró con que los delincuentes estaban intentando entrar a la vivienda.

Ya desde afuera, el hombre llegó a alertar a su esposa y su sobrina, que miraban el partido en el interior de la casa. Inmediatamente, ambas se acercaron hasta la puerta y al ver la situación salieron disparadas. Una de ellas, con el teléfono en su mano.

“Nos asomamos a ver y de repente teníamos un tipo que nos dice ‘métanse adentro porque los quemamos’”, dijo una de ellas en diálogo con El Doce. Con el hombre aún afuera de la casa y la puerta cerrada desde adentro por las mujeres, los delincuentes rompieron un ventanal y lograron ingresar.

En medio de toda esa situación, las mujeres lograron activar la alarma para alertar a vecinos y a la policía, pero eso no detuvo a los ladrones. “Hicimos sonar la alarma, gritamos, hicimos todo lo posible para que nos asista alguien”, contó. Y reveló que los delincuentes le apuntaron con un arma para que desactivara el sistema de seguridad.

«Nos tuvieron más de 15 minutos y no nos asistió nadie, sonó la alarma pero como estaban armados nos apuntaron para que les desactivemos y lamentablemente en ese momento con tanto temor y cuidando la vida la desactivamos y no llegaba nadie”, explicó la víctima.

Luego, los intrusos ataron a la familia y la encerraron en el baño mientras se robaban objetos de valor. “A mi pareja le pegaron, le rompieron la cabeza, lo patearon”, detalló la mujer que habló de espaldas a las cámaras para no revelar su identidad, por temor a represalias.

Después de varios minutos, los ladrones se fugaron, pero la familia decidió activar el sistema de rastreo que poseía uno de los celulares con la idea de obtener información sobre dónde estaban. Cuando acudieron a la comisaría para dar aviso, estaba vacía, hasta que tras varios minutos uno de los efectivos se acercó y les dijo que no podía hacer nada sin una orden judicial y que solo les tomaría la denuncia.

Ya con la autorización de la Justicia, la familia se acercó hasta la vivienda señalada donde una mujer confesó que su hijo era uno de los delincuentes y que en la casa había varios de los elementos robados.

La familia afectada ya había sufrido un intento de robo en los últimos días. «En el anterior no nos encontraron, pero esta vez nos encontraron y nos golpearon. Sabían lo que hacían, exigían plata que nosotros no tenemos», cerró.

D.D.