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Qué es de la vida de Felipe Mc Gough, columnista de “Videomatch” convertido en hombre fuerte de la Fórmula 1

Fue parte del staff de Marcelo Tinelli en el comienzo del programa, como comentarista de automovilismo. El productor y representante de pilotos vive en Europa.

El primer equipo de Videomatch

El primer equipo de Videomatch

En los años 90, cuando era columnista de Videomatch, Felipe Mc Gough alcanzó su pico de popularidad. Más de 30 años después de aquel éxito junto a Marcelo Tinelli, muchos se preguntan qué es de la vida de este periodista con pinta de galán que tiene 63 años. Lo cierto es que se convirtió en hombre fuerte de la Fórmula 1 y actualmente es productor de Fox Sports/ESPN.

Una vez que se alejó de los micrófonos (solía transmitir las carreras de Fórmula 1) siguió ligado al automovilismo del otro lado de las cámaras. Por un lado, continúa con la profesión de periodista que abrazó muy joven, pero vinculado con la producción general de las transmisiones de las carreras.

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Por el otro, Felipe Mc Gough vive la mayor parte del año en Europa (tiene su residencia en París, pero también permanece mucho tiempo en Londres) dedicado a la representación de pilotos que quieren llegar a la categoría máxima.

Uno de sus representados más famosos de la Argentina fue José María Pechito López, que estuvo a punto de entrar al circo de la Fórmula 1 de la mano de Mc Gough en el frustrado proyecto del USF1, el proyecto de escudería de Estados Unidos que finalmente nunca se cristalizó.

A los 15 años vio por primera vez una carrera de Fórmula 1. Su padre lo llevó al Autódromo de Buenos Aires para presenciar el Gran Premio de Argentina en 1974, el día que Carlos Reutemann se quedó sin nafta.

“Quedé impactado y al año siguiente intenté meterme en ese mundo. Aún me quedaban dos años más en el colegio, pero me di cuenta de que era lo mío. Entonces empecé a ir al Autódromo par ver hasta los ensayos y al hotel Sheraton a pedirles autógrafos a los pilotos”, confiesa.

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Poco antes de cumplir 20 años empezó a trabajar para el equipo Shadow en los grandes premios de Argentina y Brasil. Su dominio del inglés hizo que el mexicano Jo Ramírez (manager del equipo) lo contratara.

Felipe, muy inquieto, no se limitaba a las traducciones sino que se involucraba en el día a día de los pilotos y ayudaba en lo que podía, así fuera controlar el aire de los neumáticos. De a poco fue construyendo una sólida relación con el santafesino Lole Reutemann, que por entonces era uno de los grandes animadores de la competencia.

Con él vivió la traumática experiencia del campeonato perdido en la última carrera de 1981, en Las Vegas. “Lo perjudicaron de muchas maneras, pero él se comportó como lo que era: un caballero. Jamás se quejó ni hizo protestas, pese a que tenía sobrados motivos”, dice.

A 30 años del lanzamiento del programa, los integrantes históricos de Videomatch sorprendieron al conductor en el inicio de su programa. Emocionante.

En el 90 su amigo Marcelo Tinelli lo convocó para integrarse a Videomatch. “Nos conocimos en Radio Rivadavia y pusimos una agencia de publicidad juntos. Quiso que yo fuera el columnista de automovilismo del programa. Como el rating no andaba bien, a Gustavo Yankelevich (gerente de programación de Telefé) se le ocurrió meter bloopers y humor y eso generó un cambio tremendo”, cuenta Mc Gough.

El día que jugó con Maradona en el programa de Tinelli

“A partir de ahí Videomatch se transformó en un show que explotó los domingos con Ritmo de la noche. Mi participación fue mermando porque las columnas de deportes desaparecieron gradualmente. Me acuerdo que me di el gusto de jugar con Diego Maradona en una cancha de 8 por 4 que se hizo en el estudio. Fue una locura hermosa, pero lo mío era el periodismo y las carreras de autos”, afirma Felipe.

Desde entonces empezó a involucrarse cada vez más en el mundo de la Fórmula 1, como productor de televisión y representante de pilotos. Por ese motivo se estableció en Europa pero viaje permanentemente para seguir las carreras de las principales competiciones.

“En el 74, cuando fui al Autódromo para ver la Fórmula 1 por primera vez ni soñaba con esto, pero hoy lo disfruto al máximo porque pocas personas logran trabajar de lo que aman y yo lo pude hacer toda la vida”, sentencia con felicidad.