El DT decidió no hablar tras la caída con Boca. Está enojado por las caídas de futbolistas pero no resigna su idea. ¿Está en la cuerda floja?
02/05/2023 3:01
Clarín.com Deportes Actualizado al 02/05/2023 3:01
El silencio a la salida de la Bombonera hizo ruido. Aunque parezca un oxímoron, que Fernando Gago haya suspendido la conferencia de prensa fue un mensaje hacia adentro. ¿A los jugadores? ¿A los dirigentes? El técnico está enojado con la situación. Más allá de que debería hacer una autocrítica profunda por la disposición táctica y una idea de juego que no parece estar dispuesto a negociar ni siquiera en esta coyuntura de crisis, su bronca apunta a un plantel diezmado que no responde. Y aunque tiene una promesa de que llegarán refuerzos para la segunda etapa de la Libertadores, nadie sabe qué sucederá si el resultado es negativo ante Flamengo.
¿Puede Gago pegar un portazo? El técnico tiene la manija. En Racing nadie le va a pedir la salida, con la excepción de los hinchas, cansados de las derrotas en la Liga (cuatro en los últimos cinco partidos con la magra cosecha de 1 punto sobre 15 en juego). Víctor Blanco está conforme con el trabajo del entrenador. Considera que el proyecto tiene largo alcance y su deseo es terminar su mandato el año que viene con el ex volante de Boca, Real Madrid y la Selección sentado en el banco.
Gago cree que la memoria es cortoplacista, que pocos le reconocen haber sumado 80 puntos el año pasado y haber ganado dos finales ante Boca, nada menos. Y que tampoco se tiene en cuenta la enfermería, algo que el propio entrenador deslizó tras la caída ante Atlético Tucumán en el Cilindro: Emiliano Vecchio, Leonel Miranda, Johan Carbonero, Edwin Cardona, Gabriel Rojas, y ahora Gonzalo Piovi y Facundo Mura, lastimados en el clásico del sábado. Aníbal Moreno volvió el sábado. Matías Rojas tiene altibajos físicos.
El juego de Racing entró en un espiral crítico y Gago debe tenerlo en cuenta. En su último contacto con la prensa dijo que estaba ante un equipo en el que pesan más las «individualidades» que el funcionamiento colectivo. Y se expuso solito. Si tiene menos materia prima, ¿por qué no busca otra alternativa desde lo táctico? En este contexto, pretender jugar con los zagueros en la mitad de la cancha es poco inteligente. El gran problema de Racing está en el retroceso.
Por otro lado, hay jugadores grandes. Con Paolo Guerrero (39 años), Iván Pillud (37), Gabriel Hauche (36) y Leonardo Sigali (35) a la cabeza. La exigencia física es muy alta y cuando se rotó, no funcionó. El recambio es pobre. Y los chicos que empiezan a asomar tampoco son decisivos. Emiliano Saliadarre tuvo dos chances, con Atlético Tucumán de titular y el segundo tiempo con Boca. No desentonó, pero tampoco fue la solución. Y en la Reserva lo empiezan a mirar con algún recelo al técnico porque se lleva juveniles a los que le da poco protagonismo.
Los hinchas están furiosos y se expresan en las redes sociales. Pero ellos también deben reflexionar. Muchos están más ocupados en mirar la vereda del vecino rojo que pelea contra el descenso y sus deudas. Y por casa no todo está tan bien como para tirar manteca celeste y blanca al techo.