Una vez, Marcelo Gallardo invitó a los hinchas de River a creer, luego de una dura caída frente a Gremio que terminó con clasificación a la final de la Copa Libertadores que se terminó jugando en Madrid. Esta vez, tras el duro 3-0 en Belo Horizonte frente a Atlético Mineiro el DT convertido en estatua fue más cauto. Sin embargo, los hinchas siguen creyendo y van detrás de la utopía. Tanto, que este lunes desde las 18 unos 25 mil hinchas se acercaron hasta el estadio Monumental para realizar un banderazo en apoyo al equipo que mañana desde las 21.30 intentará remontar la serie para meterse en una nueva final del certamen más importante de Sudamérica.
Un día antes de la revancha con Atlético Mineiro, el Monumental empezó a vibrar y a llenarse de energía. Los hinchas creen en Marcelo Gallardo y sus jugadores y coparon el playón externo del club para armar un banderazo y brindarle el apoyo al plantel Millonario que este martes a la noche irá por la épica e intentará remontar el 0-3 de la ida en Belo Horizonte para buscar meterse en la ansiada final del máximo torneo continental. “Quiero la Libertadoreeess”, fue el hit que más sonó en la tarde-noche en Núñez, entre los 25 mil fanáticos de la banda roja que estuvieron en la cita. Y le siguió “que mañana cueste lo que cueste, que mañana tenemos que ganar”.
A las seis y cuarto de la tarde, el portón de principal que da a la avenida Figueroa Alcorta se abrió y los primeros hinchas, que ya esperaban en la vereda desde hacía un rato, entraron corriendo. Había locura y pasión. A puro canto, con camisetas, paraguas, banderas, pirotecnia y bengalas de humo rojas y blancas, como si estuvieran en las tribunas, aguardaron la llegada de los jugadores, que estaban entrenando en el campo de juego del Monumental.
Al calor de las masas: los hinchas de River a puro aliento.Obviamente, no faltó la dedicatoria para Boca con el histórico hit “el que no salta, murió en Madrid” y algún canto en contra de los brasileños. Y también estuvieron las banderas que decoran las gradas del Monumental en cada partido, como las de Ramos Mejía, Lanús, Flores, Los Troncos, Villa Adelina, Don Torcuato y El Palomar. “Esta es la bandaaaa del Gallinero, la que se c…a los bosteros, se mueve para acá, se mueve para allá, esta es la banda más loca que hay”, agitaron en un momento. Y continuaron con el ya clásico “se viene la banda de River, se viene la banda de River, al Monumental”.
BanderazoA las 19.44, los futbolistas se asomaron por el balcón del nuevo espacio que está detrás de la platea San Martín y quedaron de frente a los hinchas, que explotaron de felicidad al verlos. Las caras de los jugadores se llenaron de sonrisas. Saludaron y se plegaron a los cantos, los saltos y a las arengas.
Un par de minutos más tarde, apareció Marcelo Gallardo y su cuerpo técnico. El Muñeco saludó a la multitud, que veneró al líder. “Muñeeeecooo, Muñeeeecoooo”, tronó en las paredes del Antonio Vespucio Liberti, mientras el entrenador levantaba sus manos y agradecía el gesto. A esa altura, había hinchas por todos lados. Hasta tuvieron que abrir las escaleras por las que se suben a las tribunas para hacer más espacio. Todos sacaban sus celulares para grabar la escena y registrar el momento.
BanderazoAsí, en esa comunión entre hinchas y jugadores estuvieron durante media hora, hasta que los futbolistas agradecieron con aplausos y se metieron de nuevo en la concentración. Los roles se cambiaron por un momento y ellos, abrazados entre sí saltaron y cantaron como si estuvieran alentando desde el tablón. Abajo, sonaban los bombos y redoblantes para combinar la percusión, mientras los hinchas se iban retirando a paso lento, sin desmanes.
Es que nadie quería irse. Pero en unas horas los hinchas van a volver. Para seguir alentando. Para tratar, desde su lugar, de ayudar al equipo a construir una épica y remontar una serie que parece irremontable. Pero nada es imposible. Ya lo dijo Gallardo. Y como reflejó el Muñeco, los jugadores tendrán ese plus y esa dosis de la hinchada de River para llenarse de energía e intentar hacer el partido “perfecto” con el que todos sueñan en Núñez para dar vuelta la historia.