River y Boca, Boca y River, falta cada vez menos para el Superclásico del domingo a las 17.30 horas en el estadio Más Monumental. Y como suele ocurrir en la previa de este tipo de partidos, tan trascendentales, hay una pregunta que se repite casi en forma de meme: ¿quién llega mejor? Se puede esbozar una respuesta aunque eso no garantice en absoluto el resultado del choque y mucho menos lo que pueda pasar en el trámite de los 90 minutos.
Pero sí, claro que se puede tratar de reflexionar sobre quién llega mejor. Y la mejor demostración es que si esa pregunta se hacía hace un par de semanas no había duda alguna de que el que mejor estaba era River, tanto en el juego como en las estadísticas. Si se podía antes, ¿por qué no ahora?
Ayer nomás, al equipo de Demichelis lo comparaban con el Bayern Múnich y en la tele se lo imaginaban enfrentando al Manchester City de Guardiola. Por su parte, el Xeneize rompía records pero negativos, acumulando derrotas en la Bombonera y con un recién llegado Almirón que perdió sus dos primeros partidos sin meter goles.
Pero el fútbol es maravilloso por lo impredecible y un día apareció el zurdazo de Advíncula contra el Deportivo Pereira por Copa Libertadores para que Boca gane por primera vez con su nuevo DT y empiece a torcer una historia que se estaba poniendo pesada: le ganó a los colombianos en forma agónica, le empató a Central en Rosario, le ganó a Racing en casa y se trajo un triunfo clave de Santiago de Chile frente a Colo-Colo. Como se dice habitualmente, Boca llega al Súper con la flechita para arriba.
Párrafo aparte para los DTs, siempre mirados con una lupa, pero que en estos días puntuales tomaron decisiones fuertes, concretas y visibles dentro de la cancha, que terminaron teniendo su rebote en los resultados. Almirón le dio la titularidad a Valentín Barco, por ejemplo, y sorprendió con Advíncula de extremo por derecha ante Racing; también movió a tiempo contra Colo-Colo para revertir un partido que se estaba haciendo complicado.
River vs Boca, ¿quién llega mejor?
Los Superclásicos son de pronóstico cerrado pero suelen tener un favorito, y esa diferencia a favor de River en contra de Boca se achicó notablemente en los últimos días. El equipo de Demichelis, que por ejemplo venía acumulando una valla invicta de 8 partidos (todos ganados) en la Liga hasta ese empate reciente con el Decano, sigue teniendo futbolistas de altísimo vuelo y una voracidad ofensiva de primer nivel. Además, se hace fuerte en el renovado estadio Más Monumental, una fortaleza que por primera vez contará con más de 83 mil personas presentes en un Superclásico.
A la hora de los suspendidos o lesionados, River le saca una ventajita al rival de toda la vida respecto a la disponibilidad de jugadores. Paradela (importante para Demichelis) vio la roja ante los tucumanos y deberá seguir el Superclásico desde afuera; en Boca no estará Payero, titular, con gol y clave frente a Racing antes de irse expulsado.
Las cartas de cada uno de los equipos están bien claras, lo que termine pasando el domingo desde las 17.30 será otra historia. Así de maravilloso es el fútbol.